De no realizarse un manejo adecuado y, sobre todo, una gestión integral del agua, la región lagunera podría ver llegar la “hora cero”, en la que el líquido que se destina al uso público tenga que racionalizarse de forma generalizada, sostuvo Miguel Martínez Valenzuela, asesor parlamentario de la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados y maestro de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) Campus Saltillo.
El especialista impartió la conferencia “La importancia de la política hídrica en México y la seguridad alimentaria”, a estudiantes y maestros de la Universidad Iberoamericana Torreón, por invitación del rector, Juan Luis Hernández Avendaño a través del Capítulo de Egresados de dicha institución.
El propósito fue reflexionar a profundidad sobre la sostenibilidad del recurso del agua, en un contexto de verdadera crisis y, sobre todo, su impacto en la soberanía alimentaria, partiendo de que el 76 por ciento del agua es utilizada por el sector hidroagrícola.
“No queremos reconocer que si no se hace un manejo adecuado y gestión integral, puede llegar la hora cero, como ya ocurre en algunas ciudades de otros estados, como la Ciudad de México, donde se tiene que racionalizar porque no alcanza”, según manifestó.
Dijo que el problema en la comarca es grave y de carácter estructura, estratégico y de seguridad social, de manera que en el primer caso, nos dice que gobierno, sociedad y sector privado deben acudir a resolverlo de forma urgente.
Estratégico, porque mientras el sector agropecuario es uno de los pocos que muestra superávit en la balanza comercial, México es el principal importador de granos en el mundo “lo que implica que algo no se está haciendo bien”.
Además, el tema del agua tiene que verse bajo dos enfoques: como política pública, es decir todas aquellas acciones, leyes y regulaciones para resolver un problema público, y desde la perspectiva de la gestión integral.
Para ello, dijo Martínez Valenzuela, se tiene que invertir recursos en la generación, modernización y mantenimiento de infraestructura hidrológica la cual es obsoleta si se considera que data de hace más de 60 años, por lo que las presas están viejas y azolvadas, aunado a que el uso agrícola presenta una eficiencia de apenas el 57 por ciento.
A esto se suma la infraestructura que se emplea para la distribución del agua para uso público urbano, en la que se desperdicia el 45 por ciento en fugas debido al mal estado de las líneas de conducción.
Advierten crisis hídrica en La Laguna sin manejo adecuado del agua, región podría ver 'hora cero'
