
El lagunero cortó dos orejas en tierras hidrocálidas.
Arturo Gilio Quintero abrió ayer la puerta grande de la Monumental Plaza de Toros de San Marcos, en Aguascalientes, donde el matador de toros lagunero refrendó su romance con el que hoy es el mayor escenario taurino del país.
El joven espada torreonense cortó dos orejas en una triunfal tarde en la que destacó el indulto al toro 'Centinela', astado de regalo que fue lidiado por el español Alejandro Talavante, quien junto a Gilio, salió a hombros de la plaza.
LAS FAENAS
Vestido de blanco y oro, lidió al tercero de la tarde, nombrado "Patrimonio Cultural", de 529 kilos de peso, se destacó por su bravura y el lagunero realizó una faena con verticalidad, sin falsas poses y con esa ambición que distingue el tendido y se traduce en entrega; le cortó una oreja tras una buena estocada. En el segundo de su lote, bautizado "Viva Aguascalientes", castaño de 534 kilos, Gilio mostró su voluntad torera y le sacó lo más que pudo, aunque se vio obligado a abreviar, colocó una magistral estocada, la mejor de la tarde, el toro dobló y el lagunero recibió otra oreja, la segunda, lo que le permitió abrir la puerta grande.