(EL SIGLO DE TORREÓN)
En días pasados se reportó que la calidad del aire, sin tolvaneras, había alcanzado niveles en Torreón de entre Mala, Muy Mala y hasta Extremadamente Mala, en parte por la contaminación vehicular de la que se conoce agrava sus efectos respiratorios, pero un académico de la UNAM planteó otras afectaciones.
El Dr. Ricardo Torres Jardón, académico de la UNAM, señaló en entrevista que los proceso de combustión interna de los vehículos generan contaminantes como monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno; y si se utiliza diésel, que es "muy sucio en México" emisiones de dióxido de azufre y hasta vehículos eléctricos son la emisión de partículas.
El material que sale del escape de miles de vehículos en La Laguna (unos 220 mil vehículos solo en Torreón), se cataloga entre partículas finas y ultrafinas, las cuales se respiran, llegando hasta los pulmones y mientras más concentrado estén agravan enfermedades pulmonares ya existentes.
"Normalmente la gente que padece asma o alguna alergia, en ambientes sucios por contaminación del aire, aumenta su molestia o daño... sobre todo en personas con tejido blando, que está muy sensible como el caso de los niños o tejidos cansados, como el de las personas mayores".
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Planteó que en Torreón una de las soluciones podría ser replicar el Hoy no circulaTorres Jardón experto del grupo de Fisicoquímica Atmosférica del Departamento de Ciencias Ambientales del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México fue consultado hace unas semanas, en una entrega previa había planteado el transporte masivo y Hoy no circula como soluciones a la contaminación.
Manifestó que estas partículas tienen un tamaño tan pequeño que llega un momento en que se aproximan a ser moléculas de gas, sin llegar a ser; sin embargo cuando se respiran son capaces de llegar a los pulmones y ahí intercambiarse en el flujo sanguíneo, que está oxigenándose, viajando por todo el cuerpo, llegando a lugares como el corazón o el cerebro donde se van acumulando.
Porque mientras los gases pueden entrar y salir o ser convertidos, las partículas no, estas se van acumulando agravando el problema del Alzheimer y la demencia senil, según estudios en los que ha participado donde encontró estas afectaciones en personas que han vivido muchos años en ambientes sucios con humos o partículas finas.
"Si antes las personas que no estuvieran viviendo en un ambiente sucio tenían una cuestión de rapidez mental y todo esto, aceptable para la edad, ahora resulta que a edad más temprana están teniendo problemas de Alzheimer y sobre todo demencia senil".
Retomando sus investigaciones, el experto del Departamento de Ciencias Ambientales del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático apuntó que se ha encontrado que en niños desde los cuatro años ya tienen indicadores de que ya empezó a presentarse, una indicación de que hay potencial de formar Alzheimer.
"Obviamente esto no es inmediato, pero no se observa en niños que viven en pueblos fuera de la ciudad".
Control a los gases y las partículas
El académico resaltó que al presentar sus resultados recalcan a la autoridad la necesidad de controlar tanto las emisiones de gases como de partículas, ya que entre más vehículos haya en la ciudad, incluso siendo eléctricos generan contaminantes.
"Simplemente hay un desgaste en las llantas, hay un desgaste de metales, porque finalmente son partes mecánicas que están en fricción y todas estas son emitidas en forma de nanopartículas ultrafinas y estas pueden tener problemas, no nos salvamos, pa'pronto", sentenció.
Propuestas contra la contaminación
Hablando de propuestas, Torres Jardón, llamó a tener un control vehicular que no sobrepase los límites y que los en circulación estén en buenas condiciones. "Ese es el mundo ideal".
Manifestó que esto puede lograrse y se tienen ejemplos en países europeos donde se han controlado las emisiones.
Señaló que lo que se buscaría en una ciudad respecto al número de vehículos es que la velocidad promedio sea de entre 50 y 80 kilómetros por hora, "esa velocidad asegura que las emisiones vehiculares son las mínimas de acuerdo al tipo de motor, cuando comienza a reducirse a menos de 50 kilómetros el motor comienza a forzarse y en consecuencia hay emisiones".
