Migrantes. (ARCHIVO)
El gobierno de Coahuila se mantiene en coordinación con la Federación con el fin de hacer frente a la amenaza de deportaciones masivas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump que tomará posesión el próximo lunes 20 de enero del año en curso.
“Ya estamos en coordinación con el gobierno federal, con el equipo de la presidenta de México y bueno, ya por ahí enviamos algunos requerimientos que nos solicitaron, en estos próximos días vamos a dar conocer más sobre este tema, esperando a que ya vaya agarrando un poco más de forma”, dijo el gobernador del Estado, Manolo Jiménez Salinas. Comentó que desde el 20 de diciembre del año pasado, el Estado se mantiene en pláticas con las autoridades federales y que incluso, el asunto lo ha tratado personalmente con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Insistió en que es un tema que se está trabajando a nivel estatal y federal pero que aún no pueden brindar más detalles debido a que el gobierno de México no ha informado a profundidad sobre las acciones a seguir. Según el mandatario, el flujo de migrantes en Coahuila ha disminuido considerablemente pues en diciembre de 2023 se registraron hasta tres mil cruces diarios contra poco más de 100 que se reportaron en el mismo mes pero de 2024.
“Entonces sí hubo una disminución considerable, lo que se está esperando con la llegada del nuevo gobierno de Estados Unidos son los repatriados es lo que viene de allá para acá, eso es para lo que nos estamos preparando con ciertas acciones. Quiero esperarme a que el gobierno federal de los detalles de la situación porque es algo en lo que estamos trabajando en conjunto, entonces no quiero yo cometer alguna indiscreción de algún operativo y además que no está definido al 100 por ciento”, expuso.
Recientemente, Óscar Pimentel González, secretario de Gobierno de Coahuila, anunció que el estado habilitará cuatro albergues exclusivos para mexicanos que puedan ser deportados de Estados Unidos, tras el anuncio de Donald Trump de expulsar a connacionales que se encuentren en territorio estadounidense. Pimentel aclaró que estos albergues serán temporales y que estarán destinados exclusivamente para mexicanos y no se ofrecerá atención a personas deportadas de otras nacionalidades. El funcionario destacó que no se trata de un proceso de confinamiento, sino de un apoyo humanitario que se coordina con el gobierno federal.