Durante su asistencia al festival de música Coachella, Justin Bieber fue captado fumando y mostrando un comportamiento desorientado, lo que desató una ola de especulaciones en redes sociales sobre el estado mental del cantante canadiense, quien recientemente cumplió 30 años.
Diversos fanáticos expresaron su preocupación por la salud de Bieber, cuestionando tanto su entorno cercano como un posible consumo de sustancias. En redes sociales, muchos vincularon su aparente inestabilidad emocional con heridas del pasado, como su mediática ruptura con Selena Gomez y las secuelas del presunto abuso que habría sufrido en el escándalo relacionado con Sean “Diddy” Combs.
Una fuente cercana a la pareja reveló al medio In Touch que Hailey Bieber, su esposa, está seriamente preocupada por él. Según esta versión, Justin “no duerme bien, apenas se alimenta y suele enviar mensajes frenéticos en plena madrugada”, lo que habría tensado su matrimonio, especialmente ahora con el reciente nacimiento de su hijo, Jack Blues.
A esta compleja situación se suma el anuncio del compromiso de Selena Gomez con Benny Blanco, lo cual, de acuerdo con allegados, también habría tenido un fuerte impacto emocional en el intérprete de Sorry.
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