">

Columnas la Laguna Columnas La Laguna Editorial

Columnas

De política y cosas peores

ARMANDO CAMORRA

El cuentecillo que descorre hoy el telón de esta columna no recibiría el visto bueno de doña Tebaida Tridua, presidenta ad vitam interina de la Pía Sociedad de Sociedades Pías, y menos aún de Ms. Amy Vanderbilt, árbitra de las buenas maneras y la etiqueta social. Dicho relato tiene un cierto tufo tanto de sicalipsis como de dudoso gusto, por lo cual no se sugiere su lectura a personas con escrúpulos morales o tiquismiquis de urbanidad. He aquí la dicha badomía. El maestro de ceremonias de un programa de preguntas y respuestas le pidió al participante: “Por 5 pesos y una caja de Chicles Balón diga usted qué es el cloruro de sodio”. Es la sal, pero el concursante no lo sabía. Le dijo el locutor: “Voy a darle una pista para ayudarlo a que se lleve el premio. ¿Qué les pone usted a los huevos en la mañana?”. Con acento triunfal respondió el tipo: “¡Talco!”. (En otro programa semejante el maestro de ceremonias le preguntó a una chica: “¿Quién fue el primer hombre?”. La respuesta, claro, era “Adán”, pero la concursante se ruborizó y preguntó a su vez: “¿Quiere que se lo diga aquí, delante de toda la gente?”. En tratándose de programas de preguntas y respuestas recomiendo a mis cuatro lectores la película “El gran premio”, con Sara García, Irma Dorantes, Julio Villarreal, Ángel Infante, y aquel gran señor que fue don Pedro Ferriz Santacruz, coahuilense por cierto, de Piedras Negras. Dicha película es un melodrama bien escrito, bien dirigido y bien actuado que figura entre lo mejor del cine mexicano posterior a la llamada época de oro, la del Indio Fernández, coahuilense también, nacido en el mineral carbonífero El Hondo, municipio de Sabinas). Ningún motivo para festejar tenemos hoy, aniversario de la Constitución. Las hordas de la 4T, encabezadas por su irracional y vesánico caudillo, le hicieron tantas reformas, y tan desatinadas, en tal modo la descosieron y parcharon, que la dejaron hecha un guiñapo, un bagazo deforme e inservible. Alguna vez le preguntaron a José Vasconcelos si la Constitución de 1917 era roja o blanca, es decir socialista o liberal. “Ni blanca ni roja -contestó-. Es violada”. Malos tiempos fueron aquéllos, cuando la ley máxima era de continuo vulnerada; peores son éstos en los cuales ya no tenemos Constitución. Cada 5 de febrero habrá de ser en adelante el aniversario de un remordimiento. Un tipo le contó a otro: “Mi señora tiene un reloj en las pompas”, “¿Cómo es eso?” -se asombró el amigo. Explicó el tipo: “Cuando llego tarde a la casa le agarro una pompa en la cama y me dice: ‘No manches. Son las 3 de la mañana’”. El relato de los desvíos maritales de don Chinguetas llenaría más tomos que los 20 de “El tesoro de la juventud”, instructiva obra que leí completa en mi temprana edad. (Después sabría yo cuál es el verdadero tesoro de la juventud). Anoche la mujer del casquivano señor lo sorprendió en el cuarto de la joven y pizpireta mucama de la casa. Ardió en ignívoma cólera la esposa y le reclamó airadamente a su cachondo cónyuge: “¡En vez de cumplir tu deber marital conmigo vienes con esta guaricandilla, mondaria, mancellosa, guarra!”. Se justificó don Chinguetas: “¿Y cómo iba yo a saber que esta noche no te dolería la cabeza?”. Tampoco el siguiente cuento, que cierra el telón que antes se abrió, es apto para que en él pongan los ojos las personas púdicas o escrupulosas. En el atestado autobús la gente iba apretujada. La linda Dulcibel le pidió en voz baja a su amiga Susiflor: “Dime cómo es el hombre que está atrás de mí”. Luego de una discreta mirada le informó Susiflor: “Es joven”. Dijo Dulcibel: “Ya me di cuenta de que es joven. Dime si es guapo”. (No le entendí). FIN.

Leer más de Columnas la Laguna

Escrito en: editorial Columnas

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas la Laguna

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 2360296

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx