Hospital Regional de Alta Especialidad de Torreón. (Enrique Terrazas)
Los trabajadores del ISSSTE demandan claridad y certeza laboral en el proceso de migración del hospital “Dr. Francisco Galindo Chávez” al nuevo Hospital Regional de Alta Especialidad de Torreón (HRAET), debido a que las autoridades del Instituto no han definido si el antiguo nosocomio se va a cerrar o bajo qué condiciones seguirá operando.
Durante una reunión informativa que se llevó a cabo este viernes, los sindicalizados demandaron también la homologación salarial, y sobre todo, que los responsables del ISSSTE doten de todo lo necesario a estas dos unidades médicas, pues la atención a los derechohabientes está dejando mucho que desear.
Las condiciones del hospital regional requieren más de dos mil trabajadores, pero el Instituto sólo ofertó mil 320 plazas de base y otras 190 de confianza, por lo que hay carencia de más de 500 empleados, a la vez que la plantilla del hospital “Galindo Chávez” está incompleta.
De acuerdo con lo que detallaron, el HRAET está funcionando de manera parcial y sin muchos de los servicios que debería ofrecer, pues su apertura se dio el pasado mes de noviembre, por lo que no tenía un presupuesto asignado y hasta la fecha, opera con los recursos e insumos del hospital viejo.
Al respecto, el secretario general del sindicato Nacional de trabajadores del ISSSTE en Coahuila, Alberto Galván Zurita expuso que la puesta en operaciones del nuevo hospital fue apresurada, por lo que los usuarios y trabajadores se están viendo afectados.
A la fecha, el HRAET no cuenta con laboratorio de análisis clínicos, de manera que las muestras que se toman deben ser trasladadas a diario al hospital situado frente a la Alameda; tampoco hay servicios de rayos X, hemodiálisis ni hemodinamia.
Al ser un hospital de alta especialidad, se habrían de incorporar radioterapia y medicina nuclear, pero tampoco estas áreas han iniciado ni se tiene previsto que arranquen pronto; de los siete quirófanos que se construyeron, solamente está funcionando el de urgencias, que se utiliza tanto para las operaciones de emergencia como las programadas.
“Como no tiene presupuesto, los camilleros tienen que ir seguido en las ambulancias por los fármacos al (hospital) Galindo Chávez”, señaló Galván Zurita.
Esta situación se presenta, además, en el inicio de año, cuando por lo regular se agotaron todos los insumos y materiales médicos y se está a la espera del presupuesto anual para hacer el surtimiento, así como en el contexto de la nacionalización de los servicios, mediante el cual, el ISSSTE pretende ser autosuficiente y dejar de emitir licitaciones públicas para contratar a empresas privadas.
“Es como tapar un pozo abriendo otro, nuestros trabajadores y sus familias también son derechohabientes, y vemos que se está dando una atención bastante deficiente por una mala administración”, acusó el representante sindical.
