La afectada presentó una denuncia penal pero no ha procedido desde hace 4 años. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Elizabeth Hernández Alvarado dio a conocer públicamente que fue víctima de negligencia médica, por lo que presentó una denuncia de carácter penal que desde hace casi cuatro años no ha procedido.
La denuncia y/o querella se promovió en contra del especialista en ginecología de un hospital privado que, según describió, la sometió a una histerectomía abdominal total con laparoscopía, sin estudios previos de laboratorio y sin tomar en cuenta el antecedente de adherencias intestinales que, como paciente, le hizo saber antes de la operación.
La mujer, quien tiene 36 años de edad, acudió a este medio acompañada de su esposo, José Gerardo Hernández Guzmán para hacer pública su inconformidad por lo ocurrido, pues a partir de dicha intervención Elizabeth tuvo una serie de complicaciones por las que después tuvo que ser sometida a múltiples cirugías y su calidad de vida se ha deteriorado significativamente.
Según describió, desde finales de 2020 comenzó a sufrir de fuertes dolores abdominales, y luego de que su ginecólogo de cabecera falleció durante la pandemia de covid, recurrió a otros especialistas quienes coincidieron en el diagnóstico de miomas y quistes ováricos.
En 2021 visitó a un cuarto especialista, quien, tras una revisión y después de practicar un ultrasonido vaginal confirmó la presencia de quistes y miomas y que la matriz estaba pegada al intestino, por lo que le propuso someterse a la cirugía laparoscópica, prácticamente en los siguientes dos o tres días.
En esa ocasión, según comentó Elizabeth, acudió a la consulta acompañada de su madre, quien le hizo saber al médico que su hija, cuando era jovencita, había sido intervenida para extraerle un quiste que tenía adherido al intestino, y desde entonces los doctores le advirtieron de lo riesgoso que sería someterse a cualquier tipo de operación porque padecía de adherencias, que es tejido cicatricial que se forma y que puede generar diversas complicaciones.
Según dio a conocer Elizabeth, el especialista no dio importancia al tema y aseguró que con la cirugía laparoscópica no tendría ningún problema.
Tanto ella como su esposo se abocaron a conseguir los 50 mil pesos que les costó la intervención en otro hospital privado, entre operación y gastos de internamiento, pero a los pocos días, la paciente comenzó a presentar complicaciones por las que volvió a acudir al médico de forma recurrente, hasta que éste se deslindó del caso y la remitió al Hospital General de Torreón.
“Ahí fue donde me dijo que él ya no tenía nada qué hacer, que era problema de otros especialistas”, según comentó.
Fue en dicha institución donde, después de practicarle varios estudios, le hicieron saber que, como consecuencia de la laparoscopía, Elizabeth Hernández tenía una fístula en la vejiga y que prácticamente le habían quemado el colon, de manera que éste quedó separado del recto.
Debido a ello, es que ahora la paciente debe utilizar bolsas para colostomía y sufre de complicaciones urinarias, además de que tuvo que someterse a unas cinco cirugías que le practicaron en el Hospital General de Torreón en un lapso de mes y medio.
En ese hospital, fue atendida por una cirujana general y especialistas en urología, coloproctología y otros más, para recomponerle el daño que presentaba en los órganos, aunque no pudieron unir el colon al recto y le advirtieron de que ya no podría volver a llevar una vida normal.
La afectada y su esposo recurrieron a la vía penal, pero la denuncia por lesiones graves por disminución o entorpecimiento permanentes de una facultad o de la función de un órgano, no ha avanzado y temen que no se actúe contra el responsable.
