
Guardar pan fresco (ESPECIAL)
Ya sea de caja, dulce, integral, de masa madre, centeno o cualquiera de sus tipos, el pan es un alimento que no puede faltar en las mesas para acompañar bebidas y platillos.
Sin embargo, con el paso de los días, mantener el pan fresco se vuelve una tarea difícil, ya que por diferentes circunstancias se endurece, pierde su sabor y consistencia.
Por lo anterior, en Menú te decimos cuál es la mejor manera de conservarlo y no, no es en bolsa.
¿Por qué se endurece el pan?
El endurecimiento del pan no es consecuencia de una mala producción, sino que se trata de un proceso natural que ocurre con los ingredientes y hasta tiene una explicación científica.
A grandes rasgos, la harina de trigo -ingrediente principal del pan- se compone de almidones, que durante el horneado pasan por un proceso de gelatinización (en el que absorben agua y calor). Esto provoca que el migajón interior adquiera una consistencia suave y esponjosa.
No obstante, un estudio de la Universidad de Valladolid demostró que el endurecimiento del pan ocurre por un proceso llamado retrogradación del almidón.
Al entrar en contacto con el ambiente, la temperatura baja y las moléculas de almidón se "ordenan" de tal forma que la humedad pasa del migajón a la corteza, provocando el endurecimiento.
¿Cómo conservar el pan?
Seguro habrás escuchado muchos tips para conservar el pan fresco por más tiempo: guardarlo en una bolsa de plástico, meterlo en recipientes de cristal, entre otros.
Sin embargo, existe una técnica sencilla y efectiva para que se conserve en perfectas condiciones y sólo necesitas papel aluminio y tu refrigerador.
Sí, sabemos que meter el pan al congelador suena un poco descabellado, pero se ha demostrado que, al someterlo a temperaturas bajas, el almidón mantiene sus propiedades.
Para conservar el pan envuélvelo en papel aluminio, ello para evitar que el frío lo traspase y se formen cristales de hielo en su interior, mismos que pueden modificar su textura y sabor. Después, mételo al congelador.
Y para descongelarlo, evita el uso del microondas porque las moléculas de agua se alteran y provocan que el pan quede con una consistencia chiclosa.
La mejor manera de descongelar el pan es en un horno, tostadora o en una sartén a fuego lento. Así, recuperará su consistencia sin perder totalmente la humedad.