Ha llegado el momento en la NFL. Una vez terminada la ronda de comodines, en que se debe de dejar a un lado todo lo sucedido en la temporada, por lo pronto hay dos equipos que permanecen con vida y que nunca han llegado al Súper Tazón: los Leones y los Texanos, estos últimos cargan con la más complicada, al meterse al “Punta de Flecha” este próximo sábado por la tarde, donde, así como pensamos que no pasarían al enfrentarse a los Cargadores, ahora está más difícil al chocar con los actuales bicampeones, por lo que, de acuerdo a lo que sucedió el pasado sábado en Houston, la escuadra de DeMeco Ryans, sólo tiene aspiraciones con lo que haga su defensa.
El fin de semana de comodines no proporcionó mucho suspenso y no hay necesidad de suavizar la cosa, ya que cinco de los seis juegos terminaron en victorias de dos dígitos, y ninguno de los equipos perdedores anotó más de 14 puntos, donde el partido de Washington y Tampa Bay, el domingo por la noche (un juego que terminó con el pateador de Washington, Zane González anotando un gol de campo de 37 yardas para la victoria por 2320), fue el único duelo reñido.
Es evidente que lo primero que se viene a la mente es la primera lección de los Bills, las Águilas y los Cuervos, que demostraron, que realmente son tan buenos como esperábamos inicialmente y que arrasaron con sus oponentes, de manera que sugirieron que los tres están listos para hacer una carrera dura hacia Nueva Orléans el próximo 9 de febrero.
Porque todo esto, los primeros sembrados en ambas conferencias, Kansas City y Detroit, es mejor que no piensen que una semana de descanso y la ventaja de jugar en su emparrillado es todo lo que se necesita para derrotar a estas organizaciones que han quedado con vida en una situación de ganar o irse a casa, porque los Jefes no han jugado un partido importante desde que vencieron a Pittsburgh el día de Navidad para asegurar el primer puesto en la AFC, y donde Andy Reid sentó a sus titulares más esenciales en una derrota que puso fin a la temporada ante Denver y luego se relajó durante una semana de descanso en la primera ronda.
Esencialmente, para cuando llegue el partido Kansas City-Houston de este próximo sábado, la escuadra del estado de Missouri, habrá disfrutado de 23 días de descanso y vale la pena preguntarse si todo ese tiempo libre se traducirá en un comienzo lento contra los Texanos, pero en las famosas palabras del entrenador en jefe de los Jefes, Andy Reid, así no es cómo funciona este equipo.
También este sábado por la tarde-noche, los Leones reciben a los Commanders, durante buen tiempo hemos escuchado discusiones sin parar sobre la larga lista de jugadores lesionados de Detroit, pero lo más extraño es que, de alguna manera, este equipo ganó 15 partidos con todos esos problemas apareciendo a lo largo de la temporada, incluida una victoria de 31-9 sobre Minnesota que consolidó el primer puesto en la NFC.
El domingo al mediodía, los Carneros visitan Filadelfia, en donde viene una pregunta acerca de las Águilas ¿Su juego aéreo será una preocupación? No es sorprendente que el equipo que dirige Nick Sirianni haya tenido problemas para lanzar el balón en su victoria por 22-10 en la ronda de comodines sobre Green Bay, donde el mariscal de campo de la escuadra de la cuna de la independencia de los Estados Unidos, Jalen Hurts, regresaba de una conmoción cerebral sufrida en una derrota de la Semana 16 ante Washington, y el receptor abierto A.J. Brown se recuperaba de una lesión de rodilla que le costó un par de días de práctica.
Si a eso le sumamos una defensa de los Empacadores que empató en el tercer lugar en la NFL con 17 intercepciones, podemos entender por qué Hurts solo terminó con 131 yardas de pase, ya que las Águilas dependieron del corredor Saquon Barkley (119 yardas terrestres) y una defensa asfixiante (que forzó cuatro pérdidas de balón) para hacer la mayor parte del daño contra un equipo de Green Bay que sufrió una variedad de lesiones el domingo.
Y se termina esta ronda divisional con el mejor de los cuatro partidos, con los Bills recibiendo a los Cuervos, y aunque las esperanzas de campeonato de los Bills descansan sobre los hombros del mariscal de campo Josh Allen, ¿Es James Cook la clave del éxito de este equipo en los playoffs? Su corredor se ha ganado su propio papel como jugador fundamental en la búsqueda de este equipo, de ese elusivo Trofeo Vince Lombardi.