La historia se repitió una vez más, Santos hilvanó otra derrota más, la quinta en cinco partidos en el el torneo actual, pero es la octava consecutiva en partidos oficiales incluido el pasado campeonato.
Puebla era hasta este partido el penúltimo lugar de la tabla, con apenas con un par de puntos producto de dos empates, lo que hacía suponer que un encuentro ante este tipo de rival, era una gran oportunidad para que la oncena lagunera lograra su primer triunfo de la campaña, sus primeros puntos y de paso, dejarle la posición de colero a los poblanos; pero nada más alejado de la triste realidad santista.
Porque para derrotar a los de la franja había que ser mejor que ellos, y Santos no lo es, simplemente bastaba ver los números con que llegaban ambos conjuntos para percatarse de que en realidad las cosas eran más favorables para los camoteros, pues su números, con muy poco, eran mejores que los de los guerreros.
Pensar pues, en la victoria santista fue más bien una quimera, un buen deseo, que algo verdaderamente posible, y finalmente la utopía no se cumplió, porque no había bases sólidas para ello.
La gran diferencia entre Santos y Puebla, cuando menos para el partido del pasado domingo, fue, que mientras los extranjeros poblanos se significaron de manera determinante, los importados santistas estaban en su mayoría calentando la banca.
Por eso la insistencia sobre la falta de calidad y escasez de talento en el conjunto comarcano.
Pero esa historia ya la conocemos, y hasta parece necedad que lo sigamos repitiendo, pero las cosas son así.
Fernando Ortiz, técnico de Santos, no deja de dar la cara, y después de esta una nueva derrota santista se presentó a la rueda de prensa posterior al partido para enfrentar las preguntas de la prensa, sus respuestas son casi las mismas de sus comparecencias anteriores, admitiendo saber a lo que se enfrentaba, y en esta ocasión admitir que también sabia de la plantilla con que se contaba y en la que sigue confiando, afirmando con énfasis que no dará un paso de costado, y que será el trabajo lo que sacará al equipo adelante.
También señaló que lo más difícil que tiene por delante es trabajar en el aspecto mental, pues el equipo está muy afectado en ese sentido.
El panorama luce cada vez más complicado para la escuadra de la comarca, el equipo no levanta y las fechas pasan, y todo mundo piensa que si no le ganó a Puebla, a quién le podrá ganar.
Por lo pronto la directiva lagunera sumó dos elementos más al plantel guerrero, se trata de Edson Gutiérrez defensor de 29 años procedente de Monterrey, al que el Tano ya dirigió ahí: y de Bruno Barticcioto, delantero chileno de 23 años que viene cedido a préstamo con opción a compra del Talleres de Argentina.
Saber si son verdaderos refuerzos solo el tiempo lo dirá, tendrán que adaptarse muy rápido, pues el tiempo apremia, ya estamos casi a un tercio del torneo y no hay margen de espera. Lo más que se les puede conceder a los recién llegados es el beneficio de la duda, en este futbol nuestro de cada día.