En el mejor partido que haya jugado en mucho tiempo, Santos cazó y derrotó al líder León, y de paso acabó con el invicto de la fiera, que esta vez no pudo rugir.
Los laguneros jugaron un buen partido y fueron mejores que el líder del torneo, al que superaron con un buen planteamiento.
Fernando Ortiz, técnico de los dueños de la casa, le ganó la partida al estratega leonés Eduardo Berizzo, que no pudo hacer que sus jugadores se acomodaran en el encuentro, en el que además vio como su equipo se quedaba en inferioridad numérica por acumulación de tarjetas amarillas de uno de sus defensores, y no supo tampoco como conservar la ventaja que consiguieron justo después de haber sufrido la expulsión.
Esta vez Santos sí mostró un nivel de juego parejo a lo largo de todo el encuentro, y con las modificaciones que Ortiz realizó el cuadro de la comarca se mostró todavía más sólido y pudo sacar ventaja de su superioridad numérica para levantarse con un triunfo más que merecido. La mejoría ahora sí fue muy notoria, tanto en lo colectivo como en lo individual, el trato y el traslado del balón fue acertado, hubo mayor precisión en los servicios al compañero, buscando hacerlo casi siempre con toques de primera intención, bien acompañados sus ataques.
Cabe destacar que Villalba ha dado su mejor juego desde que llegó al equipo, y Santamaría estuvo en buen nivel, no porque haya anotado el gol del triunfo, sino porque sus coberturas defensivas fueron adecuadas y con mayor atingencia y decisión, dejando la abulia en el vestidor. Santos ha mejorado mucho en ofensiva, ya genera más llegadas y ha anotado cuatro goles en sus últimos dos partidos.
Sin embargo su solidez defensiva sigue siendo su lado más flaco, contra León recibió un gol que fue producto de la falta de concentración de Edson Gutiérrez, que no se percata de que el atacante leonés venía solo entre tres defensores guerreros, y en lugar de retardar la jugada presionando al rival para que se abriera a un costado esperando el apoyo de sus compañeros, se dejó ir como “gordita en tobogán” sin poder despojar al contrario del balón, perdiendo el taponazo y dejándolo franco y de frente a la meta lagunera, para que anotara el gol guanajuatense.
En defensa, un error de mental combinado con uno físico casi siempre es gol en contra. En la primera mitad del cotejo, León, con su cuadro completo, estuvo cerca de abrir el marcador, pero la meta santista estuvo afortunada y no hubo daño; sin embargo, Santos debe mejorar mucho su accionar defensivo, no puede apelar a su suerte o a la mala puntería del rival, sino a tener un cuadro bajo más solvente.
El triunfo es muy importante, se le ganó al líder invicto, pero una golondrina no hace verano, el conjunto lagunero todavía está en lo más bajo de la tabla de posiciones y aún debe corregir muchas cosas en su funcionamiento, pero se dio un gran paso que ayudará sobre todo en lo anímico, saber que se puede competir con el mejor y ganarle siempre alienta, pero fue solo un partido y nada más. Ahora viene Tigres, tercero de la clasificación, otra prueba de fuego para Santos en este futbol nuestro de cada día.