Finalizó el 2024, un año lleno de turbulencias para el beisbol amateur de la Laguna, y con decisiones complicadas para la Asociación Lagunera que encabeza Florentino Contreras López. La Liga Premier se convirtió en protagonista de este río revuelto; si sus dos primeras temporada estuvieron marcadas por evidentes irregularidades, la tercera tuvo aún más, al quedarse con solamente tres equipos y verse en la necesidad de armar un play off que no ha interesado a la afición beisbolera. El naciente 2025 será un año clave en la historia de la Liga Premier, porque cambia sus reglamentos, o habrá más casos como los de Viesca, Nazas, Matamoros o Prospectos Laguna.
Si hablamos de ligas locales, la prioridad debe ser el apoyo a los jugadores jóvenes nacidos en esta tierra, o bien, ya con un arraigo importante; considerar como locales a elementos nacidos en todo el estado de Coahuila o Durango, es marginar a los talentos laguneros, ávidos de encontrar una buena opción para continuar con su desarrollo. Vender franquicias nunca será positivo, y menos negociar jugadores. Vender el Juego de Estrellas y al final ofrecer un espectáculo deficiente, tampoco habla bien; en 2023 en dicho All Stars Game, no se presentó ninguno de los jugadores estelares de Matamoros, y los directivos deben hacer presencia física en todas las plazas.
En este 2025 la Laguna será sede del Campeonato Nacional de Primera Fuerza, convocado por la Federación Mexicana de Beisbol, y se presenta una grandísima oportunidad de que el beisbol amateur de nuestra comarca demuestre la calidad que existe en sus exponentes; ser sede brinda la posibilidad de contar con dos selecciones locales, y a fuerza de ser sinceros, hay el material necesario para que ambos equipos tengan una actuación sobresaliente, incluso ante potencias nacionales como Baja California, Chihuahua o Nuevo León; trabajar en armonía y con el único interés de beneficiar al beisbol es la fórmula que conducirá al éxito.
En el plano profesional, nuestros Algodoneros de Unión Laguna continúan en romance con sus aficionados, Guillermo Murra Marroquín se hizo cargo del equipo en 2019 y con las “sobras” que dejaron David Cárdenas Cortés y los hermanos Arellano Hernández, se tuvo que iniciar de cero un proyecto que ya dejó como resultado un campeonato de la Zona Norte en 2023, y constantes apariciones en play off, como equipo altamente competitivo y protagonista. Los comentarios en contra de la permanencia de José Molina parecen multiplicarse, sin embargo, los números son claros y hablan de un equipo exitoso, que ya tiene un lugar muy especial en la Liga Mexicana de Beisbol.
El proyecto que encabeza Guillermo Murra Marroquín no es para una sola temporada, va más allá, y para 2027 el Estadio de la Revolución será sede del Juego de Estrellas, mientras que ya se sientan las bases para recibir equipos de Ligas Mayores en Torreón, como sucedió en 2024 con los Yanquis de Nueva York en el Estadio Alfredo Harp Helú, o lo que se verá este 2025 en el Palacio Sultán, con los Medias Rojas de Boston. Ninguna de estas actividades va a proporcionar la satisfacción que ofrece ganar la Copa Zaachila, el objetivo máximo, la obsesión de Guillermo Murra Marroquín, que difícilmente va a desistir, mientras no se alcance esa meta.
Los refuerzos anunciados recientemente por el presidente de la organización, no entusiasmaron a los aficionados, pero siempre será necesario darles el beneficio de la duda, y para ese tema es necesario recordar el nombre de Daniel Ríos, aquel lanzador que llegó como cerrador, y cuando estaba a punto de causar baja, fue habilitado como inicialista, con los resultados que usted seguramente recuerda con nostalgia. Para la receptoría habrá competencia entre dos extranjeros, y esta situación no deja claro el futuro de Dean Nevárez, después de que Alejandro Flores fue enviado a los Conspiradores de Querétaro. Que 2025 sea un año de éxitos para todo el beisbol lagunero.