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Ensayo sobre la cultura

LA CREDULIDAD

Nos hacen creer en tantas cosas; las aceptamos a pie juntillas. En la mayor parte porque desde niños nos lo meten en la cabeza y es difícil desechar los parámetros que tenemos de referencia para sentir seguridad. En lugar de destruir nuestro mundo, es más sencillo ser crédulos, aunque ello se base en conceptos que no tienen lógica.

Aceptamos un gobierno por necesidad; y nos imponen un gobierno explotando nuestra credulidad. Desde un principio, los líderes de los grupos humanos se convirtieron en reyes y había que fundamentar su existencia. Los griegos ya habían considerado todas las formas de gobierno, pero, a fin de cuentas, el que se impuso hasta el siglo XIX fue el de la monarquía Roma la había puesto en práctica; fracasó y entró en la etapa de la república que no prosperó y a partir de Octavio se convirtió en un imperio. Muchos añoraron la república, pero ella no volvió. La fuerza militar fue la fuerza hasta que Roma se vino abajo; primero en occidente y luego en el oriente.

De Europa se apoderaron las tribus bárbaras, formaron los países modernos. A partir de Carlo Magno surgieron las nuevas monarquías y estas se avalaban en Dios. Existían los reyes porque así Dios lo quería. Hubo un contubernio entre el poder religioso y el político, para después existir un declarado enfrentamiento.

El pueblo aceptó la imposición sin oponerse mucho. Los monarcas llegaron a desear el poder absoluto y lo ejercieron, hasta que el pueblo los soportó. Volvieron a surgir las teorías de gobierno a favor y en contra de los monarcas. Se crearon los parlamentos; de los primeros el de Inglaterra; aún así el absolutismo se impuso. El descubrimiento de América sirvió para que algunos imaginaran nuevos tipos de sociedades más relacionados con la religión; sobre todo en las colonias americanas.

Las nuevas religiones, después de la reforma, se basaron también en la credulidad. No digo que las tradicionales no tenían como base lo mismo, la fe.

Gobiernos y religiones prosperaron más por la fuerza que por la convicción.

A partir de la independencia de los EEUU y la revolución francesa, el concepto de libertad tomo nuevas dimensiones. Se volvió a las democracias, pero con muchas dificultades, y dejaron de apoyarse las religiones oficiales en algunos países. El siglo XIX fue de inestabilidad por lo mismo.

La credulidad también sirvió de base para que los imperios de Europa conquistaran los países de otros continentes bajo el pretexto de difundir las nuevas religiones. Se le dio poder militar a compañías comerciales para que los explotaran. También en ella se basó la esclavitud. Se dudaba de que cierto tipo de personas, por el color de su piel, fueran seres humanos.

Las democracias, también se fundamenta en la credulidad. El poder de las mayorías es la mejor forma de gobierno. El pueblo es sabio. En socialismo, por más científico que quiera ser, es crédulo. La humanidad necesita creer en algo para no sentirse perdido en este universo que aún lo sigue apabullando.

Creemos en los gobiernos; aunque en ninguna parte se ve la perfección social. Creemos en la religión; aunque los comportamientos no correspondan a los preceptos. Creemos en formas de organización social; aunque no hayan funcionado en ninguna parte. En tantas otras cosas que creemos; aunque no nos sean funcionales.

Por todas partes, se nos llama la atención para que consumamos productos comerciales. También para que aceptemos ciertas ideologías o religiones. Hay una guerra en los medios de comunicación que necesitan de nuestra anuencia para afectar nuestros comportamientos.

Las tecnologías modernas sirven muy bien para ello. El concepto de influencer es una muestra. Cualquier persona, con poco de labia, es capaz de influir en nuestros comportamientos explotando nuestra credulidad; como anteriormente lo hacían, y lo siguen haciendo, los políticos.

Es muy cómodo ser crédulos. Simplemente nos dejamos llevar. Perdemos la capacidad de análisis y de crítica. Traicionamos a nuestra racionalidad.

Las credulidades nos han llevado a este aquí y a este ahora; donde el mundo se ha vuelto más caótico y problemático, donde lo que faltan son las buenas soluciones.

Aprende a pensar.

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Escrito en: Editorial columnas

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