
Casa de Retiro para Sacerdotes de la Diócesis de Gómez Palacio (ARCHIVO)
A poco a más de tres años de haber iniciado su construcción, la Casa de Retiro para Sacerdotes Enfermos y Ancianos de la Diócesis de Gómez Palacio “Manuel Mireles”, entró parcialmente en funciones para la recuperación de uno de los sacerdotes, mientras que el resto aún está siendo equipado.
Martín Lugo Cervantes, párroco del templo de Nuestra Señora de Guadalupe en Lerdo, conocida como “El Cerrito”, informó que la obra ya fue finiquitada y todo depende del proveedor, por lo que esperan que en breve sea inaugurada.
Es justo a un costado de la casa parroquial de “El Cerrito” en donde se construyó este espacio para la atención primordial, de sacerdotes enfermos y ancianos. La capacidad es de cuatro sacerdotes junto con la persona que los atenderá, los cuales compartirán con la casa parroquia, la sala y la cocina.
Lugo recordó que esta obra, cuyo oscila entre los 3.5 millones de pesos, fue posible gracias a la donación que hiciera monseñor Manuel Mireles Vaquera, quien fue obispo de la Prelatura del Salto, y siendo obispo emérito es decir, que ya había dejado sus funciones eclesiásticas, tenía un inmueble que donó a la Diócesis, el cual se vendió y ese recurso se aplicó en este nuevo espacio, que también fue su voluntad al ser oriundo de la región Laguna.
“Ahorita se está amueblando, va un poco lento, pero ya no depende de nosotros, más bien de los que andan trabajando”, dijo el párroco, quien recordó que también se contó con la aportación de por lo menos el 90 por ciento de los sacerdotes que conforman la Diócesis de Gómez Palacio.
Dijo que desde el viernes por la noche entrará en funcionamiento una parte de este inmueble, “yo la verdad quisiera que ya estuviera terminado porque los trabajos ya están pagados, es cuestión que nada más que el proveedor se ponga las pilas y nos termine de entregar al menos dos habitaciones en funciones”, dijo Lugo Cervantes.
Pero con este espacio en funcionamiento, dijo, espera que anime a los sacerdotes que aún no han cooperado, a que lo hagan. “Tenemos prácticamente el 90 por ciento que ha dado su contribución de manera amable, quizá por cuestiones personales pues de pronto no es fácil desprenderse de una cantidad así”, comento el párroco.