
El entrenador neerlandés tuvo dos etapas en el conjunto azulcrema, aunque mayormente se le recuerda por la primera donde logró mostrar su mejor futbol en la Primera División de México.
yer, a sus 82 años, falleció el histórico entrenador Leo Beenhakker, quien dejó su huella imborrable en el futbol mexicano tras dirigir a los dos equipos más ganadores del país: América y Chivas.
Por culpa de una enfermedad que arrastraba hace un tiempo, el neerlandés falleció pero dejó un legado en el futbol que será recordado por siempre. Además de las Águilas y del Rebaño, dirigió a equipos como Feyenoord, Ajax y Real Madrid, entre otros.
Benhakker sucedió a Luis Molowny (quien ya había ganado la Liga en la temporada 1985-86).
Como entrenador del conjunto merengue ganó tres Ligas seguidas, de hecho es el último entrenador en lograr dicho récord. Esos títulos se unen a una Copa del Rey y una Supercopa de España.
Además, es el único director técnico que fue campeón de la Eredivisie con el Ajax y con el Feyenoord. Ganó el título nacional dos veces con los "Godenzonen" y una vez con el cuadro de Rotterdam.
En su paso por México destaca su experiencia en el América, donde le tocó dirigir a figuras como Cuauhtémoc Blanco. De acuerdo con muchos aficionados azulcremas, ese equipo es de los que mejor jugó al futbol en la historia de las Águilas.
Como director técnico de selecciones estuvo al frente de Países Bajos durante el Mundial de Italia 90, aunque también manejó desde el banquillo a Trinidad y Tobago, Arabia Saudí y Polonia.
En su país llevaban meses reportando su delicado estado de salud, el cual le impedía salir de su hogar.
UNA GRAN COINCIDENCIA
El neerlandés vivió la efervescencia de la denominada 'Quinta del Buitre', un grupo de futbolistas salidos de las categorías inferiores del conjunto blanco, cuyo nombre salió del apodo de su principal referente, Emilio Butragueño, y que completaban Miguel Pardeza, Manolo Sanchís, José Miguel González 'Míchel' y Rafa Martín Vázquez, y que conquistó varios títulos para el club blanco.
'Don Leo', apodo que se ganó en España, era una figura respetada en el mundo del futbol: era conocido por su perspicacia táctica y su habilidad para gestionar el equipo. Además, su imagen era inseparable de su afición por los puros.
POLÉMICA SALIDA
En la temporada 1994-95, el futbol mexicano estaba bajo la sombra de las Águilas dirigidas por Beenhakker.
El estratega llegó a México con la fama de haber sido el técnico del Real Madrid de Hugo Sánchez. Su arribo causó gran expectación y este correspondió con un equipo que arrasó en la fase regular.
Además del 'Cuau', el cuadro azulcrema estaba conformado por gente como Adrián Chávez, Juan Hernández, Raúl Gutiérrez, Joaquín del Olmo, Luis Roberto Alves 'Zague' y jugadores africanos pedidos por el técnico, como el camerunés François Omam-Biyik y Kalusha Bwalya de Zambia.
Ese América era un espectáculo. Equipo que se le ponía enfrente, equipo que salía goleado. Nadie dudaba que sería campeón, pero… el 5 de abril de 1995, a cuatro fechas del final del torneo, con 45 puntos, 74 goles a favor y después de empatar con Puebla, todo estalló.
Por el radio, por la televisión se anunciaba: Leo Beenhakker era despedido del América.
Nunca hubo una versión oficial. Muchas especulaciones se tornaron alrededor del incidente.
La primera fue que la directiva del América, encabezada en ese entonces por Emilio Díez Barroso, quiso imponer que Del Olmo no fuera alineado en el equipo, por temas de contrato; otra habla de que el neerlandés se negó a acudir a una junta con los altos mandos, porque estaba jugando golf.
La realidad es que Beenhakker se fue de México y ese América que pudo ser de época quedó como un eterno quizá, ya que con otro técnicos fue eliminado en semifinales por Cruz Azul. Beenhakker quiso cobrarse la afrenta americanista dirigiendo a Chivas a los pocos meses, pero fracasó.
En el 2003 volvió al América pero nunca pudo levantar un equipo como aquel de los 90.