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Juan Navarreta Sánchez

HÉCTOR LÓPEZ VILLALPANDO

El 22 de septiembre de 1953, nació en la ciudad de Gómez Palacio, Durango, el fino intermediarista y miembro del Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, Juan Navarrete Sánchez, hijo del popular también expelotero Hermenegildo Navarrete Aldaba, mejor conocido en el ambiente beisbolero como “Kilo” Navarrete, y de la señora Guillermina Sánchez Contreras. Nuestro personaje inició a muy temprana edad la práctica del beisbol, ya que acompañaba a su señor padre a los campos donde jugaba en diferentes ligas de aceptable nivel, que inclusive lo llevaron a formar parte del equipo Unión Laguna, en las temporadas de 1951 y 1952.

Juanito Navarrete, al igual que algunos niños de su colonia, inició jugando a muy temprana edad en Ligas Pequeñas, formando parte del equipo denominado “Jaboneritos”, ya que en su mayoría eran hijos de trabajadores de la entonces Compañía Jabonera La Esperanza, y entre sus compañeros de aquel equipo, que dirigía Isidro “Chilo” Martínez, se recuerda a: Humberto “Pájaro” Guerrero (homónimo del hermano de “Zacatillo”), Rogelio y Raúl Galván, Sergio “El Chile Cane” Venegas, Gilberto Rodríguez, Carlos “Calico” Orozco, “Chamín” Sánchez, Lupe Camacho, José Luis Castañeda, Antonio González y Goyo Orozco, entre otros. 

Siendo aún muy joven, Juan Navarrete presenciaba y aprendía de lo que realizaban en las prácticas que llevaban a cabo en el desaparecido campo de “Las Cuadras”, de la entonces llamada colonia La Esperanza, un grupo de destacados peloteros gomezpalatinos que ya incursionaban en el beisbol profesional, encabezados por el cañonero de la colonia Santa Rosa, Raúl “El Caballo” Ochoa, Juan Manuel Salinas, Ricardo “Nonis” Nevárez, y Lázaro “El Látigo” Cárdenas, quienes llegaron a formar parte en los años sesentas, de aquel formidable equipo de los Pericos de Puebla, bajo el mando del cubano Tony Castaño, además de Roberto “El Zurdo” Contreras, Arturo Nevárez, Carlos Martínez, y desde luego, “Kilo” Navarrete y Pedro “Tonche” Navarrete, entre otros; este último, así como “Nonis” y Arturo Nevárez, eran tíos de Juan. 

A la edad de 15 años formó parte de aquella selección juvenil que representaba a nuestra Comarca, que llevaba el nombre de “Lagunita”, y que era dirigida por Jaime “El Chuto” Sánchez, Manuel “ El Sungo” Calzada, y el señor J. Cruz Navarro, en la cual se congregaban los jóvenes peloteritos más sobresalientes de las zonas urbanas y rurales de nuestra región, entre los que, al paso de los años destacaron en el beisbol de paga: Julio Esparza, de Tlahualilo, Durango, quien llegó a cubrir las paradas cortas de los Petroleros de Poza Rica; Luis Carrillo, el brillante serpentinero de La Paz, quien junto con el jonronero Isidro “Chilo” Lozoya, de la Concha, Coahuila, son auténticos ídolos de la afición de Parral, Chihuahua, a la que le brindaron grandes satisfacciones representando a aquella ciudad en la fuerte liga de ese estado, en donde se juega beisbol de muy alto nivel.

Formaban parte también de aquella inolvidable selección: los gomezpalatinos Genaro Vázquez, actual Presidente de la Agrupación de exbeisbolistas “Calili” Lozano; Arnoldo “Nono” García, Rubén Vidal, José Villanueva, José Luis “Chepo” Salinas, y Mario Rodríguez; de Tlahualilo. También participaron: “Meche” Herrera, Vicente Torres, “La Tortuguita” Rivas, y Pedro Rodríguez; de San Sebastián, Martín Salinas; y de Torreón, Jorge Cháirez y Rosendo “Chendo” Soto. Cabe aclarar, que Navarrete y Luis Carrillo eran varios años menores que el resto del equipo.

Posteriormente, y gracias a las habilidades demostradas en el terreno de juego, Navarrete y “Chendo” Soto fueron invitados por el entusiasta patrocinador de la Liga Torreonense, Daniel Rangel, para trasladarse a la capital de la República e integrarse al equipo de la Marina, que participaba en la fuerte Liga Metropolitana y en donde las facultades de Navarrete fueron observadas por el buscador de talento Jorge Calvo, quien de inmediato lo firmó para la organización de los Saraperos de Saltillo, para que de esta forma el joven gomezpalatino iniciara la que llegaría a convertirse en una brillantísima trayectoria dentro del beisbol profesional, tanto en la Liga Mexicana de Verano, como en la del Pacífico. (Continuará)

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