
Iglesia Católica llama a agradecer bendiciones
La Iglesia católica exhortó a los fieles a aprovechar la Cuaresma como un tiempo de reflexión y crecimiento espiritual, enfatizando la importancia de reconocer y agradecer las bendiciones recibidas.
Durante su sermón dominical, el Monseñor Néstor Martínez Sánchez destacó que este periodo de 40 días es una oportunidad para evaluar la propia vida y acercarse más a Dios.
Reconocer lo bueno que ha sido Dios
El vicario de la Diócesis de Saltillo recordó que en la primera lectura del Deuteronomio, el pueblo de Israel agradece a Dios por haberlo liberado de la esclavitud. Y por llevarlo a una tierra prometida. De la misma manera, llamó a los fieles a reconocer la presencia divina en sus vidas y a mostrar gratitud.
“Si estamos aquí es porque Dios no nos ha dejado. En este tiempo debemos reflexionar sobre todo lo que nos ha dado y agradecerle”, expresó.
Explicó que, en la tradición bíblica, los agricultores presentaban las primicias de su cosecha como muestra de gratitud. Invitó a los creyentes a hacer lo mismo, ofreciendo su tiempo y acciones como una forma de reconocer lo que Dios ha hecho por ellos.
Depurar distracciones y crecer espiritualmente
El prelado citó al filósofo Blaise Pascal para hablar sobre las distracciones de la vida cotidiana, las cuales muchas veces impiden la conexión con Dios.
“Pascal decía que el ser humano está lleno de distracciones. La Cuaresma es el tiempo ideal para detenernos, analizar nuestra vida y decidir qué cosas nos ayudan a ser mejores y cuáles debemos dejar atrás”, explicó.
Propuso un ejercicio simbólico en el que cada persona imagine entrar en una habitación vacía, dejando afuera sus preocupaciones y hábitos. Posteriormente, debe analizar cuáles aportan algo positivo a su vida y cuáles le impiden crecer.
“Si algo nos hace mejores personas, debemos integrarlo nuevamente a nuestra vida. Si nos perjudica, debemos dejarlo fuera”, exhortó.
Finalmente, instó a los creyentes a vivir la Cuaresma con profundidad y no como un simple trámite religioso.
“Podemos haber vivido muchas Cuaresmas, pero la pregunta es: ¿las hemos aprovechado realmente? Esta puede ser la primera en la que la vivamos plenamente”, concluyó.