
(DANIELA CERVANTES)
Sobre la calle Q de la colonia Eduardo Guerra de Torreón, entre la avenida cuarta y quinta, se ubica un poste de madera en cuya cima está clavado un Cristo Roto a pequeña escala; bajo sus pies, un mensaje poderoso resalta en letras rojas: “NO TIRES BASURA DONDE ME TIRARON A MI”.
La frase escrita en mayúsculas es un ruego, una súplica para que los vecinos de la zona desistan de depositar sus residuos ahí.
El señor Juan Fernando Luna Ordaz fue quien encontró el bulto religioso mientras paseaba a su perro Benancio por el sector. Como una analogía, el Cristo Roto original se ubica en una isla dentro de la Presa Presidente Calles del municipio San José de Gracia en Aguascalientes, en cambio, esta versión miniatura navegaba también en una isla, pero de basura.
Juan Fernando, su salvavidas, lo cogió entre sus manos y lo limpió. Luego pensó que sería buena idea darle otra oportunidad. Lo colocó en el poste y mandó a hacer dos lonas, una con el mensaje antes descrito, y la otra con la oración del cristo.
El hombre de cabello encanecido tuvo fe. Pensó que en cuanto las personas leyeran los mensajes y se cruzaran con la figura religiosa, se detendrían un poco y pensarían en una forma mejor de manejar sus residuos.
“Pero la gente no entiende, mire, aquí vienen y avientan todo. Yo vivo en la colonia Valle Dorado, pero a mí me interesa el bienestar de todo Torreón”, me dice mientras conduce una camionetita roja en la que me transporta por la zona para mostrarme más islas de basura, parajes cuyo ecosistema está conformado por excusados descompuestos, maleza, escombro, televisores obsoletos, zapatos viejos, desechos, ropa, esqueletos de sillones y hasta de animales muertos.
Ahí vamos el señor Juan Fernando y yo, navegando por el sur de Torreón, un sector que ofrece postales de inmundicia: imágenes que son parte de un problema endémico de contaminación que ni la sociedad ni el gobierno, hasta el momento, han podido limpiar.
LA SUCIEDAD COMO PAISAJE
El señor Juan Fernando tiene 78 años y lleva 45 viviendo en la colonia Valle Dorado. Desde que tiene memoria las islas de basura han sido una panorámica recurrente de su zona.
Pero él no quiere vivir así, por eso desde su trinchera hace lo que puede, por ejemplo, constantemente hace reportes, y le dice a la gente que no tire basura. Hasta ha plantado algunos árboles para mitigar el calor intenso de La Laguna.
Mientras me cuenta todo eso, siento como el hedor del acervo de desechos se instala en mi olfato. Lo observo y pienso: es obvio que él no solo no puede, su voluntad no es suficiente. Se necesita de sociedad y gobierno para superar esta adversidad ambiental a la que, en contra de su voluntad, él y demás ciudadanos y ciudadanas, se han tenido que aclimatar a vivir.
“Y es que aunque se reporte. Porque sí viene la policía, pero ahí mismo se arreglan, y el problema real nunca se soluciona. A la gente le vale porque no le importa su entorno”.
En ese sentido, Marcelo Sánchez Adame, director general de Medio Ambiente Torreón comentó para este reportaje que las corporaciones que están habilitadas para interceder en el tema de los tiraderos clandestinos, nombre oficial de las que aquí hemos nombrado islas de basura, son Protección Civil, Medio Ambiente, Inspección y Verificación, y Seguridad Pública.
Sánchez Adame señaló que las zonas sur y norte, justo por el sector por el que anduvimos el señor Juan Fernando y yo, son los puntos donde identifican más vertederos clandestinos.
“Ahí realizamos operativos frecuentes para sorprender a quienes tiran residuos”, aseguró Sánchez Adame.
Según el Reglamento de Desarrollo Sustentable y Protección al Ambiente del Municipio, en Torreón está prohibida la disposición final de residuos sólidos urbanos en terrenos sin la autorización de las instancias de gobierno competentes.
Lo anterior se traduce a que si una persona es sorprendida tirando basura en un lugar que no está autorizado, tal como son los rellenos sanitarios o los centros de transferencia, de acuerdo con el Reglamento de Limpieza de Torreón, se expone a una multa de entre 30 y 100 UMAs (cada una con un valor actual de 113 pesos), amonestación verbal o por escrito, servicio a la comunidad o arresto administrativo hasta por 36 horas.
Como dato, el comisario César Antonio Perales Esparza, director general de Seguridad Pública de Torreón, informó para este reportaje que durante el 2024 se detuvieron a 17 personas por tirar basura en lugares no autorizados, y en lo que va del 2025 contabilizan ya nueve arrestos.
El castigo, “va dependiendo de la gravedad. A gravedad nos referimos a que no es lo mismo que una persona vierta una cubeta de escombro, a que ya sea un camión el que lo descargue en algún punto no autorizado”, explicó por su parte Sánchez Adame.
Asimismo, recordó que la ciudadanía puede usar el servicio de recolección y disposición final de los residuos, por el que, cabe mencionar, el municipio paga aproximadamente 33 millones de pesos mensualmente, o también, refirió, están disponibles los centros de transferencia, es decir, los puntos de gestión ambiental que actualmente están habilitados para recibir desechos.
“Tenemos seis y se ubican en el Bosque Urbano, en Rovirosa Wade, en Laguna Sur, en Esterito, Villas la Merced, y atrás del Vivero Municipal”.
Sánchez Adame reconoce que el tema del manejo de residuos siempre ha sido un reto para el municipio.
“Siempre hemos tenido la problemática de los residuos y de la cultura de algunos ciudadanos que no están acostumbrados a separar la basura o que la tiran donde no deben”.
Por ello, el funcionario invitó a la ciudadanía a denunciar a todo aquel que alimente estos tiraderos a través de las líneas de emergencia, que pueden ser a través del Whatsapp de PASA, 87-11-22-59-33, o por medio de la línea para denunciar al “vecino cochino” que atiende la Dirección de Seguridad Pública Municipal, 87-19-73-79-75.
“Yo creo que lo principal es que la sociedad nos ayude a reportar todos estos incidentes, y ya nosotros nos encargaremos de atenderlo lo antes posible”.
Y mientras las acciones del gobierno intentan atacar el problema de fondo, en la colonia Eduardo Guerra el Cristo Roto se mantiene a la expectativa de que, quizá con un poco de fe, las montañas de basura se logren mover.
ESTRATEGIAS MUNICIPALES INSUFICIENTES
Fernando Villarreal Cuéllar, director de Servicios Públicos de Torreón, reveló que han identificado más de 80 puntos de tiraderos clandestinos.
El departamento de Atención Ciudadana, por su parte, indicó que de enero del 2023 a la fecha tiene registrados 91 reportes por esta causa.
Son en vialidades poco transitadas o rumbo a las periferias donde la gente, mencionó Villarreal Cuéllar, acostumbra tirar cualquier tipo de basura. Sobre el tema, reconoció: "hemos implementado varias estrategias, pero no han sido suficientes".
Una de las campañas que Servicios Públicos ha puesto en marcha para tratar de erradicar esta problemática, mencionó el funcionario, es la de "Denuncia al vecino cochino", con la cual se puede reportar a quienes arrojen basura en lugares que no están permitidos.
El teléfono de contacto, como ya se mencionó, es el de la Policía Municipal, ya que, dijo, son ellos los que pueden llegar más rápido al lugar y detener al infractor.
El funcionario informó que al día llegan a recibir hasta 40 denuncias por diversos motivos, que van desde jardineras sucias hasta por tiraderos clandestinos.
Demetrio Zúñiga, director de Limpieza Municipal de Torreón confirmó que estos últimos son un tema de todos los días en la región. Al menos, otorgó el dato, atienden tres reportes diarios por ese motivo.
“Y no sólo llaman para reportar los que están ubicados en lotes baldíos, sino también en avenidas”. Para él, estos vertederos se han convertido en un problema de contaminación endémico, por ello, reiteró que desde la administración pasada trabajan con cuadrillas de limpieza para tratar de eliminar estos parajes de residuos. Indicó que actualmente existen 10 cuadrillas atentas durante la mañana, cuatro por la tarde y una por la noche.
Cabe mencionar que tirar basura en Torreón es una falta administrativa y tanto elementos de vialidad o de la policía municipal pueden detener a quien se sorprenda haciéndolo. Por ello las autoridades insisten en invitar a la gente a que mejor utilicen el servicio de recolección de basura, o, en su debido caso, a que acudan a los seis centros de transferencia disponibles, ambos, dijo, son gratuitos.
Por otro lado, el director de Servicios Públicos explicó que la dependencia que lidera no tiene la función de multar, sino más bien de limpiar, recibir denuncias y de implementar las campañas adecuadas para aspirar a una ciudad más limpia.
"Nosotros desde Servicios Públicos, limpiamos, damos a conocer y fomentamos el cumplimiento del reglamento. Pero el reto es que seamos muchos haciendo poquito".
Lo anterior es urgente, debido a que, reconoció, los tiraderos clandestinos se han convertido en una especie de pasivo ambiental para la región, además de que representan un peligro debido a los incendios que regularmente se registran en los lotes baldíos.
"Se generan alrededor de 100 incendios en lotes baldíos al mes en Torreón. Esto genera contaminación en el medio ambiente, y hasta un peligro".
Para mitigar este problema actualmente trabajan en la creación del primer Centro municipal de composta y recibo de desecho vegetal, donde los ciudadanos, anunció, podrán llevar sus desechos vegetales para que sean triturados y así puedan ser utilizados como abono.
El funcionario opinó que el reto principal para combatir esta problemática aquí expuesta es la concientización de la ciudadanía: "Si cada quien hace lo que le corresponde, podríamos tener una ciudad mucho más limpia", así como la que el Cristo Roto en miniatura, desde las alturas del poste de madera de la colonia Eduardo Guerra, implora.
ACCIONES DESDE EL ESTADO
La proliferación de tiraderos clandestinos se ha convertido en un problema ambiental de gran escala y no sólo en Torreón, sino en todo Coahuila. Así lo advirtió Susana Estens, titular de la Secretaría de Medio Ambiente del estado, quien señaló que estas prácticas irregulares se han extendido a lo largo de todo el territorio coahuilense, reflejando un desorden en la gestión y manejo de los residuos.
“Los tiraderos es un problema muy serio, realmente ha ido creciendo y lo hemos visto por todo Coahuila. Vemos que hay desorden en el manejo y en la gestión de los residuos”, declaró para este reportaje.
Estens explicó que una de las principales preocupaciones son los residuos de manejo especial, cuya regulación recae directamente en la Secretaría. Para enfrentar esta situación, refirió, se puso en marcha la Plataforma Ambiental Integral de Coahuila (PAIC), un sistema digital que permitirá registrar a los generadores de residuos, caracterizarlos y dar seguimiento a sus planes de manejo.
“La PAIC se basa un poco también en inteligencia artificial y nos permitirá tener un seguimiento más puntual de la generación de los residuos, saber a dónde van a parar, y evidentemente ir un paso más adelante hacia lo que tendría que ser la economía circular”, puntualizó.
La funcionaria subrayó que los tiraderos ilegales representan pasivos ambientales que no deberían existir, ya que la ley establece que quien genera los residuos es también responsable de su disposición final. Sin embargo, reconoció que ha habido una “laxitud” en la regulación, situación que la Secretaría ya comenzó a corregir.
“Ya empezamos y creo que hemos tenido buena respuesta. Nos hemos estado reuniendo con diferentes frentes industriales, cámaras y empresarios, también por la obligación inminente que tienen del cumplimiento de su reporte anual o su cédula de operación anual”, dijo.
A la par se están afinando los mecanismos de cumplimiento de las obligaciones ambientales, comparables, mencionó, con las que los contribuyentes tienen ante el SAT, pero en este caso enfocadas en el impacto ambiental de las actividades económicas.
La funcionaria también alertó sobre los riesgos de salud pública que representan estas islas de basura especialmente aquellas que terminan incendiándose, como ya ha ocurrido, recordó, en Saltillo y en otras ciudades.
En ese sentido informó que recientemente arrancó un operativo en conjunto con diferentes niveles de gobierno, coordinado por la Procuraduría de Protección al Ambiente de Coahuila (Propaec), para revisar los centros de acopio tanto legales como ilegales.
Finalmente, Estens llamó a la ciudadanía y a los sectores productivos a asumir un compromiso con el medio ambiente. “Ya tendríamos que ser muy conscientes de la generación de residuos que cada quien hacemos, tratar de disminuirlos, entender el concepto de economía circular y finalmente responsabilizarnos de nuestros propios residuos”.
UNA PREOCUPACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES
La contaminación del medio ambiente no ha sido sólo del interés de las autoridades, también algunas instituciones educativas, como por ejemplo la Universidad Iberoamericana de Torreón, han realizado estudios o un acercamiento a la problemática con la intención de proponer soluciones.
En el 2021, la universidad lagunera publicó un diagnóstico y propuestas para el nuevo gobierno municipal de Torreón 2022-2024 que tituló "Ciudad Posible", se trata de un documento en el que, un equipo multidisciplinario presentó un análisis de las principales problemáticas que enfrenta la ciudad de Torreón y la Laguna, y ahí, justamente, se abordó el tema de los tiraderos clandestinos.
“La acumulación de residuos en zonas abandonadas daña la infraestructura cercana, recrudece la contaminación del suelo y provoca afectaciones a la salud de la población debido a la proliferación de vectores de enfermedades”, se lee en el documento.
Además, el estudio explica que la suspensión de partículas y material biológico en sitios cercanos a los tiraderos clandestinos genera una dispersión de contaminantes cuando ocurren las tolvaneras, que son típicas en la región y pueden ser responsables de algunas alergias y enfermedades para la población.
En ese sentido, este diario entrevistó a Miguel Ángel Garza Martínez, catedrático de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UJED y coordinador de la maestría en gestión ambiental para hablar de las consecuencias de habitar un lugar que, según lo redactado a través de este reportaje, está rebasado por sus propios desechos.
Primero, Garza Martínez señaló que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), a través de la NOM 083, clasifica los sitios de disposición final de residuos en tres categorías: rellenos sanitarios, sitios controlados y tiraderos clandestinos.
Los tiraderos clandestinos, que son los sitios no controlados, dijo, representan un grave problema ambiental debido a la falta de regulación y a la acumulación de residuos de todo tipo, incluyendo residuos peligrosos.
"La gente va acumulando todos estos residuos a las orillas del poblado, en un terreno baldío y esto se convierte en un foco de infección porque no sólo atrae a fauna nociva como cucarachas, moscas, ratas, sino que también representa un foco de infección de enfermedades gastrointestinales", explicó el especialista.
Además, la presencia de residuos de manejo especial, como baterías, lámparas, basura electrónica, solventes y químicos tóxicos, pone en riesgo la salud de la población al estar en contacto directo con estos contaminantes.
En ese sentido, Garza Martínez destacó la importancia de una gestión integral de residuos, incluyendo la prevención, la recolección diferenciada y el reciclaje. Sin embargo, recalcó que la región lagunera carece de un programa municipal que vaya en ese sentido, lo cual dificulta la solución del problema.
“Aquí en La Laguna no existe un programa municipal de prevención y gestión integral de residuos. Mucho menos uno de recolección diferenciada que permita separar en origen lo reciclable, lo orgánico y lo no recuperable”
Desde la academia, la Maestría en Gestión Ambiental de la UJED ha impulsado investigaciones para abordar esta situación. Por ejemplo, una de sus egresadas realizó un diagnóstico sobre la gestión de residuos de manejo especial en Chihuahua.
Actualmente, otra estudiante lleva a cabo un análisis similar en Durango, con un enfoque en la localización de sitios aptos para nuevos rellenos sanitarios.
El especialista también mencionó que la falta de cultura del reciclaje y la ausencia de un programa de recolección diferenciada son factores que contribuyen a que los tiraderos clandestinos se reproduzcan.
"Nos falta cultura también, la educación ambiental del reciclaje. Mucha gente se pregunta para qué separar si el camión se lo lleva todo junto".
Así también, el catedrático destacó la importancia de las sanciones para quienes arrojen basura en lugares no autorizados y para los dueños de terrenos baldíos que no los mantienen limpios.
"En muchos lugares donde hay esos tiraderos siguen existiendo porque no hay una sanción. Pero en primer lugar, a la persona que va y tira. Y en segundo lugar, al dueño de ese terreno baldío, si es que es privado, pues de que tiene que poner una cerca de que tiene que mantenerlo limpio", afirmó.
Al preguntarle si los tiraderos clandestinos pueden considerarse pasivos ambientales, Garza Martínez explicó que si bien en la legislación mexicana este término se asocia principalmente con sitios contaminados por residuos peligrosos, en un sentido más amplio sí podrían considerarse como tal debido a su permanencia y al daño constante que causan al ambiente.
Garza Martínez reflexionó que la solución a este problema requiere de un esfuerzo conjunto entre la ciudadanía, las empresas y el gobierno. Insistió en que es necesario fomentar la conciencia ambiental, implementar programas de gestión integral de residuos y aplicar sanciones a quienes incumplan las normas.
"Nosotros también somos corresponsables, junto con las empresas y el gobierno, de la generación y la disposición de los residuos. Entonces, podemos comenzar evitando el uso, por ejemplo, de plásticos de un solo uso, es decir, desechables, unicel, etcétera, para así disminuir la generación de residuos, lo cual tendrá un efecto positivo en toda la cadena".
Hasta aquí podemos retomar la historia del señor Juan Fernando, el hombre que clavó en el poste de madera a ese Cristo Roto en miniatura, que, quizá, no sea sólo una demanda social para intentar mitigar la inmundicia en la que vive su zona, sino también, puede representar el reflejo de una ciudad rota y abandonada entre sus propios residuos.
Denuncia
El Siglo de Torreón busca mapear los tiradores clandestinos de basura en la ciudad de Torreón, por lo que ofrece llamar a este diario al 871-759-1200 para registrar su reporte. Solo se requiere mencionar la dirección.