La Iglesia Católica pide a los gobernantes no perder el rumbo
La Iglesia Católica exhorta a los gobernantes a mantenerse fieles a su propósito de servir al pueblo y evitar perder el rumbo, como sucedió con el rey Herodes, quien ante la búsqueda de poder llegó a tomar decisiones extremas que lo llevaron a su ruina.
En su sermón, Monseñor Néstor Rodríguez reflexionó sobre la actitud de Herodes y la comparó con los políticos actuales, recordando que el objetivo de quienes ocupan cargos de poder debe ser siempre el bienestar de los ciudadanos.
En este primer domingo del Tiempo Ordinario, Monseñor Rodríguez recordó a los fieles la importancia de vivir con fe y de participar activamente en la comunidad eclesiástica.
Además, destacó que quienes deseen ganar indulgencias plenarias durante este año jubilar deben cumplir con ciertos requisitos como la confesión, la participación en la Misa y la oración por las intenciones del Santo Padre.
Durante su homilía, el sacerdote explicó el contexto histórico en el que vivió Juan el Bautista, quien se alejó del templo físico para promover un nuevo tipo de espiritualidad.
A través de su bautismo de conversión, Juan invitó a las personas a purificarse antes de entrar en el "templo espiritual" que él predicaba.
Este nuevo enfoque, según Monseñor Rodríguez, es un recordatorio de que la verdadera espiritualidad debe basarse en la conversión interior y no en las estructuras físicas o políticas.
La política actual y la influencia de Herodes
Monseñor Rodríguez trazó un paralelismo entre la figura de Herodes y los gobernantes actuales, quienes, al igual que el rey de Judea, pueden caer en la tentación de perseguir el poder a toda costa, olvidando que su verdadero rol es servir al pueblo.
El sacerdote invitó a los políticos a reflexionar sobre sus decisiones y a evitar hacer todo lo posible por mantenerse en el poder a costa de lo que sea.
Herodes, en su afán por consolidar su reinado, fue capaz de traicionar a sus aliados y hasta de deshacerse de su propia familia.
Monseñor Rodríguez mencionó que, aunque su imperio parecía invencible, su final fue trágico.
Así, advirtió que los gobernantes que buscan el poder sin ética ni principios acaban perdiendo su propósito y cayendo en la desdicha.
El llamado a la reflexión no solo se dirige a los gobernantes, sino también a los ciudadanos, para que comprendan la importancia de elegir con conciencia y responsabilidad a aquellos que los representarán.
La Iglesia, como siempre, invita a ser un faro de luz y esperanza en un mundo donde la política muchas veces se desvía del bienestar común.
El mensaje de Juan el Bautista y el camino hacia la conversión
Finalmente, Monseñor Rodríguez remarcó el mensaje central de Juan el Bautista, quien, al encontrarse con Jesús en el río Jordán, reconoció en él al "Cordero de Dios", el Salvador que vino a limpiar los pecados del mundo.
La invitación al bautismo de conversión es, según el sacerdote, una llamada para que cada uno se purifique antes de entrar en el verdadero templo espiritual, que es la relación directa con Dios.
Así, el mensaje de la Iglesia en este tiempo ordinario no solo se centra en la renovación espiritual personal, sino también en el compromiso social de aquellos que tienen el poder de transformar la vida de los demás.
Un llamado a no perderse en la vanidad del poder y a servir con humildad y dedicación, tal como lo hacía Juan el Bautista en su misión.