En México lo anormal ya es normal. Muestra cotidiana son los incontables niños, niñas y madres en busca de sus desaparecidos, las aldeas abandonadas desde al Sur hasta el Norte o, entre otras (demasiadas) circunstancias, los migrantes mexicanos cuyas vidas quedan truncadas al buscar el sueño estadounidense. No hay por qué sorprenderse. Se sabe, desde décadas atrás, acerca del surrealismo imperante en México. Aunque dicha corriente se originó en Europa, en la actualidad sobran ejemplos made in Mexico de sucesos otrora infrecuentes o no creíbles. La triada surrealista son políticos, empresarios y religiosos fanáticos. Cada uno intenta explicar la situación de acuerdo a su magro acervo bretoniano.
La prensa da cuenta de la situación de nuestro país y la población la experimenta. Dos notas son suficientes. Si agregase la realidad de Sinaloa no habría espacio para describir nuestra tragedia.
Asesinar en México es normal y casi lícito. Pocos días han transcurrido desde el 31 de diciembre de 2024. Según cifras preliminares, las cuales deben cuestionarse o no creerse, en 2024 fueron asesinadas 26,715 personas. El Informe proviene del Gobierno. Por ahora, mientras el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública brinda sus datos, el número oficial de homicidios es de 70 personas asesinadas cada día. Quizás el último informe incrementé el número a 80 personas. Sinaloa, Michoacán, Veracruz y Chihuahua ocupan los primeros lugares.
Vale la pena subrayar la reciente y viva historia de Sinaloa, donde las elecciones del narco le dieron el triunfo a Morena y el gobernador en turno cambió, de nuevo, de ropaje y ahora representa a México en España. Culiacán como México: el uno de enero cinco personas fueron asesinadas y tres fueron decapitadas en la carretera entre Culiacán y El Dorado.
Es imprescindible recordar que la guerra (estúpido eufemismo) contra el narcotráfico se inició durante la administración del hoy huido Felipe Calderón. Amén de lo espetado por García Luna. quizás el Mayo Zambada atice más el fuego contra Calderón. Aunado a la tragedia previa, los feminicidios son casi normales en México: ¿cuántos asesinos han sido recluidos? Entre enero y mayo del 2024 se reportaron 1,425 asesinatos de mujeres, de los cuales solo el 23% fue tipificado como feminicidio. El porcentaje, por supuesto, no es real: al gobierno no le conviene utilizar la palabra feminicidio, tanto por su irresponsabilidad en no proteger a mujeres que han denunciado acoso como por su incapacidad, ineficacia y contubernio para identificar a los asesinos.
La segunda nota también nos retrata. Así como los gobiernos previos se han esforzado en no educar a la población -entre más elementos críticos tenga la gente más exigencias- las matanzas contra periodistas mexicanos son noticia frecuente en la prensa nacional y extranjera. Las naciones sin periodismo libre, Venezuela, Rusia, Nicaragua, destrozan y mancillan a su antojo.
Reza un encabezado de El País (02 enero, 2025): "México encabeza la lista de los países con más periodistas desaparecidos del mundo". Reporteros Sin Fronteras colocó a nuestra nación en el tercer lugar de asesinatos de comunicadores, solo por detrás de Palestina y Pakistán. En 2024 desaparecieron en México 30 periodistas: nuestra nación ocupa el deshonroso primer lugar en ese rubro. En ocasiones los asesinatos se han llevado a cabo incluso cuando el profesional viajaba en automóviles de la policía. López Obrador poco o nada hizo para detener la criminalidad. Sus abrazos terminaron en panteones. Inmenso trabajo le espera a Sheinbaum y a su equipo. La percepción de inseguridad y miedo en nuestro país alarma: ¿cuántos mexicanos arriesgan sus vidas al tratar de cruzar la frontera con EU?
*Médico y escritor