El 6 de abril de 1952 se llevó a cabo en el Estadio de la Revolución el juego inaugural de la temporada de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), correspondiente a ese año. Unión Laguna enfrentó y ganó ese día a los Charros de Jalisco por score de 5 carreras a 3. Para ese juego de apertura, el manager-jugador del equipo de casa, el torreonense “Memo” Garibay, conformó el orden al bate siguiente:
1. “Moi” Camacho (ss), 2. “Leo” Rodríguez (3b), 3, Pepe “Zacatillo” Guerrero (2b), 4. Alfredo “Moscón” Jiménez (CF), 5. “Memo” Garibay (1b), 6. Laureano Camacho (c), 7. Carlos “Cartucho” Regalado (RF), 8, Hermenegildo “Kilo” Navarrete (LF) y 9. Tomás Arroyo (p) y como lanzador relevista Andrés “Balazos” Martínez.
En el anterior orden al bate, ¿qué le parece al lector aficionado que es lo más notable del mismo? Sin duda no pocos lo habrán percibido. Además de contarse cuatro integrantes del Salón de la Fama del beisbol mexicano, lo más sobresaliente y extraordinario es que al inicio del encuentro siete de los integrantes de la novena eran nacidos en La Laguna. Y sumaron ocho al entrar “Balazos” Martínez a relevar a Tomás Arroyo, uno de los no laguneros, que con el cátcher Laureano Camacho sumaban dos foráneos.
Los aficionados se preguntaban aquel día por qué el manager Garibay no metió a jugar, al menos una o dos entradas, al segundo cátcher del equipo, el lagunero Rosendo “El Ranchero” Zavala. De haber sido así, en un determinado momento toda la novena habría sido netamente lagunera. Y además de lujo. ¿Cuándo volveremos a ver algo parecido? ¿A qué viene lo anterior? A lo siguiente:
A que el sábado pasado, 1 de marzo, como invitado a la ceremonia de premiación correspondiente a la primera temporada, recién concluida, del Circuito Mayor de Beisbol de La Laguna tuve oportunidad de hacer una reflexión.
En esa fecha y ceremonia, recibieron sus trofeos Freddy Mejía, del equipo Sandilleros de Tlahualilo, como campeón bateador y de cuadrangulares; Marvín Muñoz del conjunto de Nazareno como campeón de carreras producidas, y Daniel Rodríguez de la escuadra Laguneros de La Laguna como pitcher campeón de juegos ganados, así como los representantes de los equipos Sandilleros de Tlahualilo y Laguneros de La Laguna por haber obtenido el subcampeonato y campeonato, respectivamente, de la campaña 20242025 del Circuito Mayor, que en honor de Juan Vicente Contreras –presente en el acto de premiación— la temporada llevó su nombre, en merecido reconocimiento a su trayectoria como gran jugador que fue de la LMB.
Pues bien, durante el desarrollo del acto de premiación, que incluyó también la entrega de reconocimientos especiales a tres formidables exjugadores laguneros de LMB: Fernando “He-Man” Rodríguez, Juan “Dinamita” Hernández, además del ya mencionado Juan Vicente Contreras, orgullo de Tlahualilo, por asociación de ideas se vino a la mente y al deseo que la Comarca, por el entusiasmo observado en los numerosos asistentes al acto, reencuentre su camino de semillero de grandes beisbolistas.
Talento hay en incontables jóvenes laguneros, así como disposición, ánimo y entusiasmo por promover su desarrollo, según lo demuestran con hechos el propio presidente del Circuito Mayor, Juan Hernández, Claudio Martínez Silva como secretario, tesorero y responsable de difusión y desde luego, el contador Gregorio Tapia, incansable y generoso promotor del Rey de los Deportes, así como el apoyo de los patrocinadores Alfredo Hurtado, Ignacio Herrera, Rubén Sifuentes y los ingenieros Rodolfo Sonora y Mario Sáenz.
Tan desinteresado y grande esfuerzo no puede resultar estéril. La Laguna habrá de recobrar su gloria de ser tierra de grandes peloteros, no sólo en calidad sino también en cantidad. Material humano nunca ha dejado de haber