I nició la campaña 2025 de la Liga Mexicana de Beisbol, LMB. Unión Laguna se agenció ya, en casa, su primera serie, el pasado fin de semana, al ganar los dos primeros encuentros a los Dorados de Chihuahua y perder el tercero. Habrá tiempo de ir comentando el desempeño de los Algodoneros en el curso de la campaña, que apenas ha arrancado.
Durante esa serie inicial se develaron las placas en el camino de las estrellas, en el interior del Estadio, tanto de Moi Camacho, quien estuvo presente en la ceremonia, como la de Martín Díhigo, con el respectivo número que portaron en su uniforme. Cabe precisar que el número 21, del gran Moi Camacho, ya estaba retirado por el Club, pero no el del Maestro Díhigo.
Aunque sin duda muchos aficionados ya lo saben, Martín Díhigo, quien fue manager-jugador del Unión Laguna durante cuatro años de la década de los 40, es considerado por varios historiadores como el jugador de beisbol más completo de todos los tiempos. Le dio a Laguna su primer campeonato, el del año 1942, y también el de 1943, que arteramente le fue arrebatado (pero ésta, es otra historia).
También fue colocado en la barda del jardín izquierdo el número que portó en su uniforme e igualmente en el anillo de los inmortales, que se está formando en la parte superior de los palcos centrales del Estadio. Presente en la ceremonia de ese día estuvo su hijo Gilberto Díhigo, quien reside en Florida, EUA, invitado por el Club que preside el licenciado Guillermo Murra Marroquín. Verdaderamente un acierto estos actos de reconocimiento, muy merecidos, justo al inicio de la temporada del centenario de la LMB.
¿Cuál era el perfil que como pelotero tenía Martín Díhigo? El académico de la Universidad de Yale y cubano de nacimiento, Roberto González, en su monumental historia del beisbol de su país, hace de él la siguiente presentación: “Quienes jugaron con Díhigo, o quienes lo vieron jugar, dicen que tenía todo: coordinación, velocidad, fuerza, brazo, buenas manos y vista, inteligencia y elegancia. Pero también tenía algo difícil de explicar: un rasgo intangible más bien propio del toreo, disciplina en la que no se evalúa a los individuos según marcas numéricas: tenía ángel --gracia, donaire— una combinación de estilo, dignidad y elegancia aparentemente única”.
Un gran privilegio, que por lo general no se tiene presente, es que en el equipo de beisbol profesional de La Laguna haya militado durante cuatro años (1941, 1942, 1943 y 1946) nada menos que el mejor pelotero de la historia: Martín Díhigo.
Y no solamente eso, sino que además el propio Martín Díhigo haya escrito en sus Memorias: “que ningún otro equipo me dejó más contento entre los que estuve cuando jugador activo, que el Unión Laguna”. En otro pasaje de sus Memorias también escribió: “fue sin duda, el mejor equipo en el que milité durante mi estancia en México”.
Además dejó constancia de que la “ciudad de Torreón me llenó el corazón” y “siento hacia ella una enorme gratitud”.
En alguno de los siguientes artículos continuaremos haciendo referencia al formidable Martín Díhigo, pues materia hay de sobra.