
¿La reconoces? Así luce actualmente la niña de El Aro
A los 11 años, Daveigh Chase pasó a la historia del cine de terror al encarnar la aterradora niña de El Aro que salía del televisor para arrastrarnos al fondo de un pozo. Hoy, a sus 35, el rostro detrás de ese icónico personaje vive alejada de los reflectores y con varios problemas legales a cuestas.
Corría 2002 cuando Hollywood adaptó el éxito japonés Ringu en una versión occidental protagonizada por Naomi Watts.
Aunque su actuación como Rachel Keller fue notable, la imagen que se quedó grabada en la cultura pop fue la de Samara: una niña de melena larga y oscura, con movimientos espeluznantes y una maldición ligada a una cinta VHS. Detrás de ese personaje estaba Daveigh Chase, que ya venía pisando fuerte en la industria.
Antes de asustar a toda una generación, Daveigh había participado en Donnie Darko (2001), una de las películas de culto más queridas de su época. También había prestado su voz a Lilo en Lilo & Stitch y a Chihiro en el doblaje inglés de El viaje de Chihiro. En su breve pero intensa etapa como estrella infantil, incluso le ganó a Daniel Day-Lewis y a otros pesos pesados el premio MTV Movie Award a Mejor Villano.
Una carrera estancada
Sin embargo, tras el éxito de El Aro, su carrera no logró despegar como se esperaba. Aunque siguió actuando en series como C.S.I., Sin rastro y especialmente en Big Love de HBO, donde interpretó a Rhonda Volmer en Big Love, una serie aclamada por la crítica que se mantuvo al aire durante cinco temporadas, su fama se fue desvaneciendo con el paso de los años.
Daveigh Chase nunca volvió a El Aro
A pesar de que el papel de Samara Morgan en El Aro fue el que la lanzó a la fama y la convirtió en un ícono del cine de terror, Daveigh Chase no regresó para las secuelas de la franquicia. Su interpretación en la primera entrega fue tan potente y memorable que marcó para siempre la estética y el tono de la serie.
En 2015 protagonizó Killer Crush, un thriller para televisión que no tuvo gran impacto, y sus siguientes trabajos pasaron desapercibidos.
Con la llegada de su treintena, su presencia en el mundo del espectáculo prácticamente desapareció. Su última aparición en pantalla fue en American Romance (2016), y desde 2017, ni siquiera ha actualizado sus redes sociales.
La situación se agravó cuando comenzaron sus problemas con la justicia. En 2017 fue detenida por dejar a un hombre inconsciente frente a un hospital; este falleció por una supuesta sobredosis. Aunque Chase declaró que intentaba salvarle la vida, las autoridades descubrieron que tenía una orden de arresto pendiente. Más adelante, fue acusada de otros delitos menores relacionados con posesión de drogas y robo de automóvil.
Desde entonces, su paradero es incierto. Lejos quedó aquella joven actriz de ojos azules y voz angelical que marcó a toda una generación con una sola aparición en pantalla.