ASÍ SON ESTOS NOMBRES
Por si acaso usted no lo supiera, el topónimo es el nombre, no de un topo, sino de un lugar. Topónimo es una palabra que viene del griego: tópos que significa "lugar" y ónoma que significa "nombre".
Algunos nombres de ciudades te hacen pensar que describen ese lugar; por ejemplo, en Aguascalientes, uno piensa que debe haber muchas aguas calientes, ¿no? Pues no necesariamente. Resulta que en Buenos Aires -en Argentina- tampoco hace unos aires muy buenos. En este caso específico, resulta que la capital argentina no tiene relación meteorológica alguna, sino que se le bautizó así en honor de Santa María de los Buenos Aires, que era la protectora de los marinos, una santa a la que le rezaban devotamente porque si no había aire las velas no se impulsaban y el barco no se movía. Era tan lógico como que ahora resultara una Santa Juanita de la gasolina o Santa Marta del diésel.
Luego sale peor cuando nos damos cuenta de que Santa María de los Buenos Aires tampoco se relaciona con los aires o los vientos, sino que se ubica en la Isla de Cerdeña, porque en la época precristiana existían ahí unos baños termales denominados "los balnearios" -en latín balnearia- que luego pasaron de ser Balnearia a Bonaria y ya perdido el antiguo significado, el nombre se convirtió de Bonaria en Buenos Aires. O sea que, de aires, en realidad, no tiene mucho.
Si le digo: "Puerto Rico", ¿se imagina usted una ciudad o un país? Pues ahora es un país, pero mucho antes, Puerto Rico era la capital y San Juan era el país. El tremendo error de un cartógrafo hizo que se intercambiaran los nombres y así se quedaron… y ni modo de andar cambiándolo ahora. Es un caso parecido el de Río de Janeiro que se llama así también por un error. Río de Janeiro quiere decir Río de enero, pero su descubridor se equivocó porque cuando lo encontró estaban en marzo de 1565. Por cierto, Brasil se llama así porque en su suelo abunda el palo de Brasil, un árbol de madera roja, tan roja como la brasa, a lo cual debe su nombre.
Si tratáramos de traducir los topónimos del inglés, en algunos casos, sería un verdadero desastre, sinceramente. Con North Carolina no hay problema, porque pasa a ser Carolina del Norte y ya; pero ahí tiene usted a Hollywood, que tendría que llamarse Acebal. Sí, se llamaría Acebal o Bosque de los Acebos. Es que Holly en español es un árbol que se llama acebo y wood, pues es madera, o en este caso, bosque.
En la frontera entre México y Estados Unidos, a la altura de las Californias, hay dos ciudades que intercambiaron nombres: del lado mexicano está Mexicali, palabra formada por los nombres de México y California y del lado estadounidense está Calexico, una palabra formada por los nombres de California y México.
¡Qué curioso!, ¿no le parece?
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ME PREGUNTA Pablo Gaytán: ¿Es correcto decir "dame un poquito de azúcar", aunque el azúcar sea un nombre femenino?
LE RESPONDO: El azúcar admite ambos géneros. Puede ser "la azúcar" o "el azúcar". Lo correcto es decirlo así, como usted lo propone: "dame un poquito de azúcar".
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: Lo que le pasa al mundo es que hay demasiados don Nadie tratando de ser "alguien".