Traes el pendiente de llevar tu automóvil al taller, pero por falta de tiempo no lo haces. Pasan los días y las semanas y sigues sin llevarlo, hasta que se descompone. ¡Chin! Qué coraje, así me acaba de pasar con mi carro y ahora el “chistecito” me va a costar mucho más caro para componerlo.
Eso me hizo pensar en el verbo componer, que viene del latín componere que se refiere a poner cosas juntas. Entonces, para componer un auto se requiere volver a juntarle sus piezas, y claro, que éstas funcionen bien. En el ámbito del arte, también hay composiciones de muchos tipos: las musicales, las de pintura, escultura, poesía y muchas más.
Me pongo a pensar en los millones y millones de canciones que han salido de la inspiración de tantos compositores que siempre encuentran un motivo para cantarle a la vida con alegría o con tristeza, con esperanza y melancolía, pero que nos dejan asombrados porque de cualquier sentimiento son capaces de crear una de esas piezas que le dan color al mundo.
En México tenemos muy buenos compositores; por ejemplo, tenemos a Martín Urieta, un profesor de escuela primaria, michoacano de origen, quien compuso nada menos que la canción “Mujeres Divinas”, con la que ha cobrado gran fama en el mundo artístico popular desde hace algunas décadas.
El profe Urieta cuenta que esta canción, que le abrió las puertas de la popularidad, es el relato de una vivencia que tuvo en la realidad, una vez que en una reunión cantaba una de sus composiciones “contra ellas”. Hoy que te botan y que estás caída, voy a ayudarte porque yo sí valgo, pero terminas de curar tu herida y de inmediato te me vas al diablo.
¡Qué fuerte! Un caballero presente le reclamó y esa discusión se convirtió en un éxito que se multiplicó cuando se popularizaron algunas otras de sus cientos de canciones que ha compuesto.
Así como esa, muchas otras canciones de Urieta como las de José Alfredo, Cuco Sánchez, Tomás Méndez y muchos compositores más, son fruto de situaciones vividas por el autor, quien además tuvo la magia de saber convertirlas en canciones que al cantarlas o con sólo escucharlas, nos llenan de emoción y así nos permiten entender mejor la naturaleza humana.
¿Tenemos todavía buenos compositores en México? Yo estoy seguro de que sí.
Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios.
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ME PREGUNTA Bertha Moreno ¿Cómo se dice, “el gel” o “la gel”?
LE RESPONDO: El gel es un sustantivo masculino.
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: A veces hablamos mucho y decimos poco. Para expresarnos mejor, conviene pensar más que hablar.