">

Columnas Social

Columnas

Las palabras tienen la palabra

La dieta y otros propósitos

JUAN RECAREDO.-

Se fue el mes de enero y todavía tengo pendiente empezar la dieta. Así pasa cada año, se va retrasando este propósito de tener una mejor alimentación y bajar de peso, pero, por lo menos, en lo que sí me aplico es en conocer sobre la palabra “dieta”.

Usamos mucho la palabra dieta con el significado de restringirnos en la cantidad de comida que ingerimos, o de plano, el privarse de comer. En realidad, la palabra dieta no significa eso… ni ahora, ni antes. 

La palabra dieta surge de los antiguos griegos con díaita y tiene que ver con nuestro régimen de vida. Para poder seguir cualquier régimen, hay que hacerlo día con día… todos los días, porque si no, pues no es un régimen; por eso, en la misma palabra griega detectamos una raíz que tiene que ver con la palabra día. La idea es que desde que se inventaron las dietas —la palabra, pues— en realidad se ha referido a tener una forma de vivir saludablemente e incluso incorporar actividad física a nuestro diario. Es un concepto tan antiguo, que el mismo Hipócrates de Cos —como sabemos, una de las figuras más representativas de la historia de la medicina— escribía en sus obras sobre la dieta; en su obra Aforismos escribió:

“Ni la saciedad, ni el hambre, ni cosa alguna que exceda de lo que la naturaleza quiera, es bueno.”

Existe un antiguo tratado llamado Sobre Dieta que durante siglos se ha disputado su autoría entre muchos nombres: Hipócrates, Heródico de Selimbria, Filistión de Locros y muchos otros que, a decir verdad, ni en su casa los conocen. Este tratado antiguo ya habla completamente sobre la dieta y lo importante que es para la vida del ser humano, en el sentido de incorporar todo lo necesario para una vida saludable. Por cierto, el diccionario de la Real Academia describe otros significados para dieta, entre ellos: una asamblea política y legislativa de algunos Estados europeos y de Japón, y el pago de ciertos salarios diarios. Estos significados llegan por el lado del alemán die tag que quiere decir “el día”, de ahí el concepto de pago diario por alguna actividad.

Si usted, además de hacer dieta, este año también se hizo el propósito de pasar más tiempo con sus seres queridos, le puedo recomendar que medite sobre el tiempo que le dedica a las redes sociales y a Internet. Sé que es difícil resistirse a usar las redes y en algunos casos se convierte en un auténtico vicio; hay gente que le dedica demasiado tiempo a darle likes a todas y cada una de las trescientas fotos que puso la comadre en Facebook de sus vacaciones de año nuevo en la playa. ¿Cómo para qué? 

Estudios serios y bien hechos sobre el tiempo que se consume en redes sociales, hay muchos, y todos están arrojando que el tiempo promedio que le dedicamos a esta —no muy productiva— actividad es de 150 minutos diarios. Así es, ¡dos horas y media de nuestro día! Y se me hace poco. De entrada, si le bajáramos a solo media hora, ya tenemos dos horas para platicar personalmente con nuestros hijos. O sea, de que se puede, se puede y de que hay tiempo, lo hay. Inténtelo… si quiere. 

Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios. [email protected] X: @donjuanrecaredo 

ME PREGUNTA Eduardo Domínguez: Usted que sabe mucho de libros, ¿puede decirme cómo se llaman las partes en las que se compone un libro? 

LE RESPONDO: Sí, Lalo. No me sé todas de memoria y las puedes buscar en Internet. Las partes que conozco de un libro son: sobrecubierta o camisa, cubierta, contraportada, lomo, solapa (opcional), las guardas y pues, las páginas o las hojas. LAS

PALABRAS TIENEN LA PALABRA: El que nada debe, es que no compró nada a meses sin intereses.

Leer más de Columnas Social

Escrito en: Las palabras tienen la palabra columnas

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Social

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 2360052

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx