EL ZOOLÓGICO DE PERSONAS
Una persona me manda un mensaje por WhatsApp con una invitación sui géneris -o sea muy especial, única en su género- que dice: "¿Alguna vez has intentado actuar con filosofía canina?" Me llamó la atención el planteamiento y lo leí: Te animaba a hacer todo -o casi todo- lo que hace el perro: nunca desperdicies la oportunidad de salir a pasear, sé siempre leal, come con gusto y con entusiasmo pero detente cuando estés satisfecho, evita morder a los demás por cualquier problema, no importa las veces que seas censurado no guardes rencores ni te entristezcas… muchas cosas positivas que terminaba diciendo: mantente siempre alerta pero tranquilo, da tu cariño con alegría… nada más una cosa: ¡no te orines en la calle!
Así me llegan - y de seguro a usted también- miles de cosas, buenas y malas, consejos, avisos, prevenciones, anuncios y también muchos intentos de fraude. Por eso, para sobrevivir en el ecosistema digital, uno debe aprender a discriminar, a eliminar lo que no sirve y abrir sólo los archivos que vengan de una fuente realmente confiable.
Pero me devuelvo a lo del perro, porque la palabra -perro- se supone que es algo onomatopéyica, es decir, que el vocablo refleja hasta cierto grado el gruñido del animalito cuando está enojado: perrrrro, perrrrro, pues sí, de hecho, también esa palabra dicha así se usa para llamar la atención del animalito como si le hablara uno en su idioma, porque entre perrrro y grrrrrr no hay mucha diferencia. El perro es uno de esos animales con el que identificamos a veces a nuestros semejantes. Un tipo que es muy "perro", es alguien que es muy bueno para pelear o para hacer algo.
La paloma es símbolo de paz y de inocencia. Se aplica cuando le decimos a alguien: no me vas a decir que tú eres una "blanca paloma". Mis primos son unos "buitres", nada más están esperando a que se muera el tío para quedarse con la herencia.
La gallina representa la cobardía: "deberías haberme defendido en lugar de correr. Eres un gallina". Mi sobrino es muy "mula", quiere decir que es un tipo muy ladino, muy méndigo, eso para decirlo en términos folclóricos muy nuestros.
Mi comadre es una chachalaca porque habla demasiado, nunca se calla. Y luego se pone a platicar con mi vecina que es una urraca, o sea que es muy gritona. En cambio, mi tía es una cotorra, porque habla y grita constantemente.
Mi hija es una hormiguita, se la pasa consiguiendo y acarreando cosas para su casa. En cambio, mi suegra es una arpía, avariciosa y codiciosa como ella sola y es que mi cuñado es un burro porque nunca quiso ir a la escuela.
Todos los que fueron al mitin son unos borregos y el líder es un perico: habla y habla y no dice nada y luego cuando le piden cuentas, se hace pato y no contesta.
Así estamos, como si estuviéramos dentro de un zoológico.
Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y [email protected] X: @donjuanrecaredo.
ME PREGUNTA Sofía Rangel: Hay un dicho común que dice: "no hay mal que por bien no venga..." ¿Qué lo correcto no es "no hay bien que por mal no venga"?
LE RESPONDO: El refrán "no hay mal que por bien no venga" significa que por muy malo que sea lo que te suceda, finalmente traerá por consecuencia algo bueno.
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: Para los verdugos, el trabajo es la muerte.