Ahora le dicen advertising a la publicidad porque en inglés todo se vuelve más fino, ¿verdad? Bueno, eso dicen los que se dedican a ello.
La publicidad es "hacer algo público", divulgarlo para que lo conozca mucha gente, para que lo vea el pueblo, la masa. El advertising, como tantos adoran llamarle, pues es la forma inglesa de decir advertise, o sea "advertir", que es "fijar la atención en algo".
Muchos productos, servicios e incluso artistas deben su prestigio a la publicidad y eso no es malo. Solamente es malo si esas cualidades no corresponden en la realidad a lo que la publicidad prometió, que es una práctica tristemente recurrente en ese medio.
Para nosotros en México, la publicidad empezó con el pregón. Una señora o un señor pasaba gritando por la calle o andaba en el mercado ofreciendo tamales, dulces, tacos, o cuantas cosas pudieran ser. Sin embargo, hay autores que dicen que el primer aviso publicitario que existió tiene casi tres mil años y consiste en un papiro egipcio que se encontró en Tebas y que se conserva aún en el Museo Británico de Londres.
No se trataba del panadero que pregona en nuestras calles actualmente sino de una pesquisa: Shem, un joven y robusto esclavo había huido de la casa de Hapu, su patrono de oficio tejedor y éste invitaba a todos los tebanos a que lo encontraran, ofreciendo media pieza de oro de recompensa a quien diera información sobre su paradero, pero si además de localizarlo devolvía el esclavo a la tienda de Hapu, la pieza de oro se le entregaría completita y remataba con un comercialito diciendo que en esa tienda "se tejen las más bellas telas al gusto del cliente".
En la antigua Grecia, unos cinco siglos antes de Cristo, había unos tablones, hojas grandes de madera pintada de blanco en los que se inscribía determinado código de leyes para que el público pudiera leerlos y luego no anduvieran diciendo "pues yo no me enteré". También había en aquellos años unos cilindros de madera que servían precisamente para todo tipo de comunicados que la autoridad quisiera hacer del conocimiento público.
Así fue evolucionando la publicidad. En Roma también se usaban tablones y papiros que se adosaban a los muros como se hace ahora con los carteles y aparecían mensajes que comunicaban asuntos oficiales e incluían anuncios como: "Vendo refrigerador grande. Funcionando, muy frío. Acepto carro a cambio".
Lo malo es que no se habían inventado los refrigeradores, ni los carros. Pero bueno, así nació la publicidad.
Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y [email protected] X: @donjuanrecaredo.
ME PREGUNTA Dionisio Aguilar: ¿Es correcto usar la palabra "ahorita"?
LE RESPONDO: En principio el vocablo "ahorita" es incorrecto ya que "ahora" es un adverbio y el adverbio es invariable, es decir que no acepta el diminutivo. Sin embargo, por ser costumbre arraigada, la Real Academia Española lo considera correcto.
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA. Decía Montesquieu: "Nunca tuve una tristeza que una hora de lectura no haya logrado disipar".