En alusión al Día Mundial del Glaucoma que corresponde al 12 de marzo, la Asociación Mexicana de Facultades, Escuelas, Colegios y Consejos de Optometría (AMFECCO) resaltó la importancia del papel del licenciado en Optometría en el diagnóstico oportuno, indicó el presidente del organismo, Christian Alfonso García Moreno.
Refirió que en México, siete de cada 10 personas que padecen glaucoma no lo saben, debido a que esta enfermedad no ocasiona ningún tipo de dolor, de ahí que se le conoce como “la asesina silenciosa de la visión”.
El glaucoma, una enfermedad ocular que daña el nervio óptico, es una de las principales causas de ceguera irreversible en el mundo; sin embargo, la detección temprana y el tratamiento adecuado pueden prevenir la pérdida de visión.
El glaucoma a menudo no presenta síntomas en sus etapas iniciales, lo que dificulta su detección. Cuando los síntomas aparecen, como visión borrosa o pérdida de visión periférica, el daño ocular ya puede ser significativo. Por lo tanto, la detección temprana es crucial para preservar la visión.
En este sentido, el licenciado en Optometría juega un papel fundamental en el diagnóstico oportuno del glaucoma, al ser un profesional de la salud visual capacitado para realizar exámenes oculares completos, que incluyen la medición de la presión intraocular, un factor de riesgo importante para el glaucoma y la evaluación del nervio óptico para detectar signos de daño.
También pueden practicar un examen del campo visual, con el fin de identificar la pérdida de visión periférica, además de la tomografía del nervio óptico, una prueba computarizada que determina la cantidad de fibras nerviosas dañadas en caso de tener glaucoma. Este estudio es el mejor aliado en el diagnóstico de las primeras etapas.
Gracias a su formación clínica y experiencia, el licenciado en Optometría puede identificar signos tempranos de glaucoma y en caso de ser necesario derivar oportunamente a un oftalmólogo para su tratamiento inmediato.
Se recomienda que todas las personas, especialmente aquellas mayores de 40 años o con factores de riesgo como antecedentes familiares de glaucoma, diabetes o miopía alta, se realicen exámenes oculares regulares con un licenciado en Optometría, quien debe contar con título y cédula profesional.