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Llegan los aranceles

SERGIO SARMIENTO

"Como la historia ha probado en repetidas ocasiones, un arancel genera otro, luego otro, hasta que se tiene una guerra comercial. Nadie gana nunca, y los consumidores son los que pagan". —Mark McKinnon

De nada sirvió que los gobiernos de México y Canadá le dieran a Donald Trump todo lo que exigía. Este ordenó que, a partir de hoy, se apliquen aranceles de 25 por ciento a los productos de ambos países. La medida viola el T-MEC que el propio Trump negoció y firmó. Quebranta también las reglas de la Organización Mundial de Comercio. Trump es de esos gobernantes que piensa que nadie debe salirle con "el cuento de que la ley es la ley".

Los aranceles no tienen sentido económico. Surgen de una visión mercantilista, muy en boga a fines del siglo XIX, que consideraba que el comercio es un juego de suma cero en el que hay necesariamente un ganador, que obtiene un superávit, y un perdedor, que incurre en un déficit.

Esta visión es falsa. Estados Unidos tuvo un persistente déficit comercial de 1800 a 1870, cuando se convirtió por primera vez en una potencia económica, y ha registrado también uno de 1976 a la fecha. Esto no ha impedido que tenga un crecimiento superior al de otros países desarrollados.

El déficit comercial estadounidense ha sido compensado en la balanza de pagos por un superávit en servicios y en la balanza de capitales. Si el país lograra un superávit comercial como quiere Trump, aunado al superávit de las otras balanzas, el resultado sería una acumulación de recursos que elevaría el valor del dólar, lo cual volvería más baratas las importaciones y llevaría nuevamente a un déficit comercial. La única manera en que Trump puede generar un superávit comercial permanente es si impide la entrada de capitales del exterior; pero no solo no lo está haciendo, sino que está ofreciendo visas de residencia "doradas" para quienes inviertan más de 5 millones de dólares en el país. La reducción del impuesto corporativo que pretende, por otra parte, generaría también un mayor ingreso de capitales. La otra opción sería provocar una recesión profunda en Estados Unidos que redujera el poder de compra de los consumidores, como ocurrió la última vez que la Unión Americana decretó aranceles punitivos en 1930.

David Ricardo, el economista británico que definió originalmente los equilibrios del comercio internacional, advirtió desde el siglo XIX que los países se benefician del comercio exterior porque pueden especializarse en la producción de los bienes en los que tienen "ventajas comparativas": "En un sistema de comercio perfectamente libre, cada país naturalmente dedica su capital y mano de obra a aquellos empleos que son más benéficos para cada uno. Es este principio el que determina que el vino será hecho en Francia y Portugal, que el maíz será cultivado en Estados Unidos y en Polonia, y que la maquinaria y otros bienes serán manufacturados en Inglaterra".

Con su visión mercantilista, Trump parece empeñado en convertir a Estados Unidos en una autarquía, en un país que no importa nada de nadie, como Corea del norte; pero los resultados podrían ser similares a los que hoy registra ese país comunista, uno de los más pobres del planeta. El aislamiento comercial no genera riqueza, solo empobrece.

La ignorancia económica, tristemente, tiene costos reales para todos. La decisión de Trump de imponer aranceles a sus socios comerciales, contra toda lógica económica, hará daño a México y a Canadá, pero también a Estados Unidos. Esperemos que la situación no se vuelva tan grave como en 1930, cuando la Ley Arancelaria Smoot-Hawley de Estados Unidos provocó la Gran Depresión mundial. Por lo pronto ayer se desplomaron los mercados bursátiles estadounidenses ante el anuncio de los aranceles.

HONDA

Honda instalará una nueva planta para producir el Civic híbrido en Indiana en vez de Guanajuato. Será la primera empresa que ubica una fábrica en Estados Unidos y no en México por los aranceles de Trump. Los costos de producción, sin embargo, serán más elevados y los consumidores estadounidenses tendrán que pagar más por estos autos.

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