Los aranceles aduaneros del presidente Trump a México y Canadá harán aumentar - en lugar de disminuir - la migración de indocumentados y el tráfico de fentanilo a Estados Unidos. Es decir, tendrán un efecto exactamente opuesto al prometido por el nuevo mandatario de Estados Unidos.
Trump ha presentado su amenaza de imponer aranceles del 25% a los productos mexicanos y canadienses, y del 10% a los productos chinos, como una gran victoria en su objetivo declarado de detener el flujo de indocumentados y el tráfico de fentanilo.
Pero la mera amenaza de Trump de imponer estos aranceles hará caer en picada las inversiones en México, paralizará la economía mexicana, aumentará el desempleo y empujará a muchos más mexicanos a cruzar la frontera estadounidense, o unirse a los carteles del narcotráfico.
Aunque Trump ha postergado por 30 días la implementación de sus aranceles a México y Canadá, la sola amenaza de estas sanciones ya está frenando las inversiones, según me dicen economistas en ambos lados de la frontera.
¿Qué empresas multinacionales van a invertir en fábricas en México ahora que el mismo presidente estadounidense que firmó el tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá en 2020 amenaza con anularlo imponiendo tarifas unilaterales?
Incluso si Trump posterga los aranceles después del período de gracia de 30 días, ¿qué le impedirá restablecerlos en cualquier momento en los próximos cuatro años?, se preguntarán los inversionistas.
"Trump ha demostrado que puede cambiar las reglas del juego en cualquier momento, por cualquier motivo", me dijo Marcelo Giugale, ex alto funcionario del Banco Mundial y profesor de economía internacional en la Universidad de Georgetown.
"En este momento, sería imposible convencer al directorio de una empresa multinacional de que invierta en una fábrica en México para su cadena de suministros".
Más del 83% de todas las exportaciones mexicanas van a Estados Unidos, lo que representa una parte considerable de los ingresos externos de México.
Para empeorar las cosas, la amenaza de Trump hará subir los precios de los bienes importados y aumentará la inflación en Estados Unidos, y empujará a muchos socios comerciales tradicionales de Estados Unidos a los brazos de China.
"El único ganador real en todo esto es China", me dijo Giugale de la Universidad de Georgetown. "Los países tendrán un mayor incentivo para diversificar sus asociaciones comerciales y geoestratégicas".
Trump está celebrando como una gran victoria el hecho de que, ante la amenaza de los aranceles estadounidenses, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum aceptó enviar 10.000 tropas adicionales a la frontera, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, aceptó crear una fuerza de ataque conjunta para combatir el crimen organizado y el contrabando de fentanilo.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, se jactó de que "Canadá dobló las rodillas, igual que México".
Pero México ya había enviado tropas adicionales a la frontera en el pasado, y muchas de las promesas de Trudeau a Trump eran medidas que Canadá ya había puesto en marcha antes de la amenaza arancelaria de Trump. No está muy claro si Trump les dobló el brazo, o si México y Canada le vendieron como nuevo algo que ya existía.
El hecho es que el contrabando de fentanilo, que es un problema grave, solo se puede reducir combatiendo tanto la oferta como la demanda de la droga. La demagogia unidimensional de Trump de culpar a otros países ni siquiera menciona la necesidad de reducir el consumo de drogas en Estados Unidos con mejores programas de prevención y tratamiento, y combatiendo la distribución de drogas y el lavado de dinero.
El 99% de los consumidores de fentanilo están en Estados Unidos y el 86% de los contrabandistas de fentanilo son ciudadanos estadounidenses, según un estudio del Cato Institute.
El diario conservador The Wall Street Journal ha calificado la ofensiva arancelaria de Trump como "la guerra comercial más tonta de la historia".
Efectivamente, los aranceles de Trump no solo aumentarán los precios de los automóviles importados y otros bienes de consumo en Estados Unidos, sino que, entre otras cosas, dañarán gravemente la economía de México y aumentarán la migración ilegal y el contrabando de fentanilo.
Es una política absurda, que probablemente tenga el impacto contrario al que Trump pretende conseguir.