Venta de elotes 'El Chino Natacho' en La Laguna.
Cuando un lagunero quiere salir adelante, no importa el obstáculo que se presente, lo enfrenta.
Eso lo sabe bien, el joven Armando Castro, oriundo de Torreón, quien estudió la carrera de Mercadotecnia, pero se ha abierto camino en el negocio de los elotes.
Con 22 años de edad, Castro ha llamado la atención por sus videos e imágenes en donde promueve su venta de espiga de maíz tierno, los cuales postea de manera continua en redes sociales, en donde consigue gran interacción.
Armando, quien también hace contenido para redes, se pone todos los días enfrente de un centro comercial ubicado en Ciudad Nazas con una camioneta llena de elotes que prácticamente se agotan.
En entrevista con El Siglo, el chico comentó que esta idea surgió de una charla con su padre, quien cuenta con fruterías, mientras que su madre le ha apostado a la venta de ropa femenina.
“El negocio de los elotes empezó el ocho de noviembre del año pasado. Mi papá me dijo que del rancho donde es originario habían sembrado elote y que vendían en camiones o camioneta. Al inicio no me agradó la idea.
“Así que se llega ese día y mi papá se fue al rancho ubicado cerca de San Pedro, Coahuila y compró bastantes, al día siguiente se pone a venderlos y los terminó. Entonces, me calé yo también, y empecé a traer toneladas de elotes y se nos acababan. Muchos eloteros empezaron a comprarnos”, mencionó.
Armando comentó que ante la gran demanda, se terminaron los elotes en el rancho coahuilense, así que comenzaron a solicitarlos en otras partes de la República Mexicana.
“Vimos que es un gran negocio. Empezamos a buscar en otros sitios del país. Conseguimos un contacto y nos mandan ahora los elotes cerca de 17 o 18 toneladas.
“Mi papá tiene una frutería, ahí vaciamos los camiones y de ahí cargamos para llevarlos a diversos puntos como en el exterior de un centro comercial de Ciudad Nazas. Nos va muy bien. Con ese dinero me doy mis gustos y vivimos bien”.
El entrevistado explicó que su negocio emprendedor ha funcionado porque venden elotes de calidad y a un bajo costo.
“Son elotes muy buenos. Están muy bonitos y a precios accesibles. Hasta ahorita, el negocio va bien, sin embargo, seguiré emprendiendo, buscando qué más hacer que nos dé frutos.
“En mi casa siempre hemos sido emprendedores. Mi papá nos ha sacado adelante, con la ayuda de mi mamá. Antes vendíamos pan o pizzas porque teníamos un cocedor en el patio de la casa”, puntualizó.