AQUEL POETA SOÑÓ EL POEMA PERFECTO.
Aquel músico soñó la música perfecta.
Aquel pintor soñó el cuadro perfecto.
Aquel escultor soñó la perfecta escultura.
Aquel arquitecto soñó la obra arquitectónica perfecta.
Aquella bailarina soñó la danza perfecta.
Cuando despertaron ninguno recordaba el sueño.
Todos lo habían olvidado.
Nunca lo recordarán.
Se dice que los hombres jamás podrán alcanzar la perfección, que es don divino.
Sin embargo algunos teósofos afirman que hubo un dios que soñó que había hecho una creación perfecta, pero que también ese dios olvidó su sueño.
¡Hasta mañana!...