Este amigo mío con el que tomo la copa -variaslos martes por la noche responde con paciencia a las preguntas que con impaciencia le hago.
Anoche le pregunté:
-¿Qué crees que hay después de la muerte?
Dio el último trago a su copa y me preguntó a su vez:
-¿Qué hay en esta copa?
Contesté:
-Nada.
Declaró él, lacónico: -Ditto.
Esa palabra de origen italiano significa algo así como “lo mismo”, “igual”, “lo dicho”.
Añadió:
-Nada había en esta copa antes de que la llenara yo de vino.
Tampoco había nada en nosotros antes de que la vida nos llenara. Acabado el vino, acabada la vida, ya no hay nada.
Le digo: -Eres un nihilista.
En nada crees. Replica: -Creo en la nada, que es el todo.
Pero ahora llenemos nuestras copas.
Por un instante llenaremos nuestra vida.
Procuro olvidar lo que mi amigo dijo.
Para nada quiero ser nihilista.
¡Hasta mañana!...