La noche del pasado jueves un perrito, cachorro aún, se encontraba en el exterior de un banco ubicado en el sector Hamburgo de Gómez Palacio. Traía una playera perteneciente a una gasolinera, la cual se encontraba mojada y como se recordara el frío esa noche era intenso.
Una persona publicó una foto del lomito en redes sociales, la cual se hizo viral, y es que la mirada del animalito en desgracia provocaba la necesidad de apoyarlos.
Varios laguneros, según las redes, se movilizaron hacia donde estaba el perrito, sin embargo, un joven que vive muy cerca de ahí, se subió a su moto y fue por el perro, inspirado en esa frase tan cierta, “hechos, no palabras”.
Su nombre es Rafael Morales, quien se lo llevó a su casa, sin embargo, por su trabajo no podía atenderlo, ya que cuenta con otro perrito que ya había adoptado en el centro de Gómez Palacio, pues vio que casi lo atropellaban y él optó por recogerlo y trasladarlo a su hogar.
El Siglo visitó el hogar de Rafael, donde vive con “Chente”, ese perrito que ahora es suyo y en donde estaba el inquilino que le robó el corazón.
“Vi la publicación que se viralizó. Me di cuenta de que era muy cerca de donde yo estaba. Tomé mi foto y me fui por el perrito. Traía una camiseta de una gasolinera y fui a una que estaba por ahí, les pregunte que si era de ahí y dijeron que no.
“Traía el perro unos golpes. Me lo traje a casa y lo dejé adentro. No quise tenerlo afuera por el frío. Algunas personas en redes se dieron cuenta de que lo tenía y me buscaron, pero hubo una en particular a la que le puse atención y es quien justamente se lo llevara a su casa, pues yo no puedo tenerlo porque trabajo casi todo el día y ya tengo a ‘Chente’”, platicó.
Rafael, quien labora en una ferretería de La Laguna de Durango, dio a conocer que en ocasiones hay conductos para llegar a un destino y consideró que eso fue lo que ocurrió. “Resulta que la joven que me contactó ya había visto a este perrito. Le llevó comida y justo cuando ya pensaba adoptarlo no lo encontró. Estando en su casa, vio la foto que se viralizó y se percató que era el mismo. Me contactó y pues ya viene por él”, detalló. “Rafa”, como le dicen sus amigos”, mencionó que quiso platicar con “El defensor de la comunidad” no porque la gente lo ubicara ni porque busca un premio por su acción, lo que desea es sembrar la semilla de ayuda, no solo entre los seres humanos, sino también hacia los animales que han sido abandonados o viven en las calles. “Hice esto para concientizar. Los perritos, los gatos...sufren demasiado en las calles.
Este lomito que se hizo viral, no es el único, hay muchos en condiciones muy lamentables y si podemos ayudarlos, hay que hacerlo. Podemos hacer un cambio a la sociedad. “Les pido que adopten o bien, si ven alguno sufriendo o con hambre; apoyarlo, resguardarlo y tratar de buscarle una familia. También, ahora que hace frío, pueden dejar cajas en sus cocheras o exteriores de sus casas con trapitos para se resguarden y en calor hay que dejarles agua”. Mientras el perrito jugaba y estaba al pendiente de todo, Morales comentó que ese amor por los animales se lo inculcaron sus padres, quienes murieron hace poco.
“Mi papá era amante de los animales y mi mamá también. Desde pequeño me inculcaron el respeto a la vida. Me enseñaron a respetar la vida y a hacer el bien”, comentó. Al término de la charla, la que sería la familia del perrito llego por él. Era una madre y su hija.
Desde que lo vieron se notó que su objetivo es, tal y como se dio cuenta Rafael, darle amor, comida y un muy buen trato.
‘Mis papás me inculcaron el respeto a la vida’, lagunero que salvó a perrito en desgracia