Después de que el 18 de abril, Marco tonio Suástegui Muñoz, líder histórico del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (Cecop), fuera atacado por un pistolero cuando salía de la playa Icacos, en Acapulco, este viernes 25 perdió la vida.
Suástegui Muñoz, defensor de ríos y derechos humanos, fue atacado a balazos el viernes 18 a las 7:24 de la noche en un acceso de la playa Icacos del puerto de Acapulco cuando concluía su trabajo como prestador de servicios náuticos. El agresor se acercó como si nada y le disparó en medio de la gente, en su mayoría turistas; escapó corriendo.
No había ni un elemento de la Guardia Nacional ni de la Secretaría de Marina en las inmediaciones a pesar del operativo de seguridad puesto en marcha con 5 mil agentes por los gobiernos federal, estatal y municipal para las vacaciones de Semana Santa.
Tampoco había una ambulancia para atender al agredido. Fue trasladado por sus familiares en un camastro colocado en la batea de su camioneta a un hospital cercano, porque en el número de emergencias 911 nunca respondieron. Fue un atentado impune contra la lucha social, dijeron sus compañeros y solidarios.
Recibió tres impactos de bala -en hombro, costilla y abdomen- que le dañaron el bazo, hígado, colon y pulmón, por lo que los riñones se mantenían en observación.
La fortaleza física de Marco Antonio Suástegui lo mantuvo con vida una semana, internado en un hospital privado del puerto.
Fundador del Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER), representaba en la actualidad a la asociación Turisteros Unidos en Defensa de la Playa de Icacos (Tuderpi).
Participó el 4 de marzo, con otras organizaciones, en ríspidas mesas de trabajo en la Base Naval con autoridades de la Secretaría de Marina (Semar) y del Fondo Nacional de Turismo (Fonatur), que pretenden el reordenamiento de la zona federal marítimo-terrestre de Acapulco, en el contexto de reconstrucción del puerto y colonias aledañas tras el paso de los huracanes Otis y John.
El defensor de ríos contaba con medidas cautelares del Mecanismo de Protección de Defensores de Derechos Humanos, pero no le funcionaron.
El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan dijo en un comunicado que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares a la familia de Suástegui, que el gobierno mexicano nunca implementó de manera efectiva.
El Mecanismo de Defensores de la Secretaría de Gobernación le otorgó medidas de protección, que se limitaron a un teléfono satelital y un botón de pánico.
Tlachinollan expresó que la agresión contra Marco Antonio Suástegui es parte de la represión y hostigamiento de que era víctima desde hace décadas, por lo que exige una investigación pronta e imparcial, y castigo a los responsables, así como medidas de protección para su familia.
El ataque se dio en medio de una vorágine de violencia que azota Acapulco, donde las bandas delictivas imponen la ley de las balas ante la inacción de las autoridades y fuerzas de seguridad.
Pero la agresión artera no es consecuencia de la violencia del hampa sino continuidad de una represión sistemática que el dirigente campesino vivió desde que decidió defender el agua y las tierras de los bienes comunales indígenas de Cacahuatepec, ubicados en la parte rural de Acapulco.
Tlachinollan hace el recuento: Casi cuando comenzó la lucha de ejidos y comunidades contra el Proyecto Hidroeléctrico Presa La Parota en 2003, siendo gobernador de Guerrero, René Juárez Cisneros, Marco Antonio Suástegui fue encarcelado en el penal de Las Cruces acusado de delitos que no cometió.
En 2013 con triquiñuelas legales fue encarcelado en un penal de alta seguridad en Tepic, Nayarit, por supuestos delitos de robo y daños que no ameritaban ese castigo.
En enero de 2017 de nueva cuenta fue encarcelado junto con su hermano Vicente Iván Suástegui Muñoz, acusados de un múltiple homicidio del que nada tuvieron que ver.
En todos los casos los jueces declararon a Marco Antonio Suástegui inocente de los cargos que le imputaban, nunca le comprobaron delito alguno.
La represión no cesó. La Fiscalía de Guerrero siguió abriendo carpetas por varios delitos.
Simultáneamente, las amenazas se empezaron a intensificar en su contra.
Ahora lo hostigaban en la playa donde prestaba servicios turísticos de motos acuáticas y venta de comida desde hace años.
El 5 de agosto del 2021 fue desaparecido su hermano Vicente Suástegui. Las investigaciones apuntan a que fueron integrantes del grupo delictivo que opera en la zona de Tres Palos y alrededores. A pesar de que los cabecillas están identificados, a la fecha no han sido detenidos.
Marco Antonio se puso al frente de la búsqueda de su hermano Vicente y reiteradamente denunció la inacción de las autoridades para investigar y buscar al defensor desaparecido.
Desde el 2024 arreciaron las amenazas.
Hombres armados llegaban a la playa buscándolo o le pedían que se fuera de ahí.
En numerosas ocasiones pidió a las autoridades protección porque peligraba su vida.
Defensor tenaz, aguerrido y comprometido con su gente, Marco Antonio Suástegui, en medio de múltiples peligros, nunca suspendió las reuniones dominicales en Cacahuatepec ni su trabajo en la playa, tampoco dejó de buscar a su hermano Vicente.
El asesor del Cecop, Rodolfo Chávez, enfatizó que lo que le hicieron a Marco Suástegui "no se lo buscó él. Es repercusión de que el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota siga en su lucha por agua, tierra, territorio y biodiversidad".
Chávez Galindo hizo un nuevo llamado a la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, para cancelar definitivamente el proyecto de presa La Parota.
"Lamentamos el asesinato de uno de los luchadores más importantes de Guerrero", dijo el Centro Tlachinollan.
"Exigimos a las autoridades de Guerrero una investigación exhaustiva y castigo a los culpables".
@kardenche