El espacio: la última frontera. Estos son los viajes de la nave estelar Enterprise, en una misión que durará cinco años, dedicada a la exploración de mundos desconocidos, al descubrimiento de nuevas vidas y nuevas civilizaciones, hasta alcanzar lugares donde nadie ha podido llegar".
La pregunta resulta pertinente: ¿qué vendrá después del formidable despliegue de la inteligencia artificial?
En el libro "La quinta revolución industrial" (2019), la destacada científica e investigadora española Inma Martínez refiere que la quinta revolución industrial, la cual comprende la comercialización del espacio, se convertirá en la mayor expansión industrial del siglo XXI.
El futuro de la humanidad está en el espacio -afirma Martínez-, y "la voluntad emprendedora de muchos innovadores del siglo XXI ha empezado a crear las estrategias industriales más asombrosas y las soluciones tecnológicas más avanzadas que harán del espacio nuestra realidad".
Dos supermillonarios -Elon Musk y Jeff Bezos- lo han entendido a la perfección, y han dispuesto lo necesario para extender su agudo apetito empresarial más allá de las oportunidades de negocio que ha desplegado la IA en su formidable desarrollo.
Zuckerberg va un paso atrás. Hoy, el tercer hombre más rico en la Tierra apuesta por la IA y, en segundo lugar, por su metaverso.
Bezos y Musk, dos feroces competidores en la nueva carrera espacial, en su niñez fueron entusiastas fans de Viaje a las estrellas Star Trek, serie de televisión estadounidense, hoy considerada como serie de culto en la ciencia ficción, a pesar de que solo fue transmitida tres temporadas, del 8 de septiembre de 1966 al 2 de septiembre de 1969.
Las aventuras de la tripulación del Enterprise estimularon la motivación y el interés por la exploración espacial en ambos supermillonarios.
En el prólogo del libro "Crea & Divaga. Vida y reflexiones de Jeff Bezos" (2021), Walter Isaacson afirma que Bezos se sabe de memoria todos los capítulos de la Viaje a las estrellas, serie que, además despertó en Bezos su interés por las computadoras.
Bezos, un sobresaliente estudiante en la secundaria -la cual cursó en Miami, Florida- fue elegido para pronunciar el discurso de despedida en la ceremonia de graduación de su generación escolar. "Jeff habló de colonizar planetas, de construir hoteles espaciales y de salvar nuestro frágil planeta trasladando las fábricas al espacio exterior".
Por si hubiese alguna duda del impacto de Viaje a las estrellas en la infancia de Bezos, el hoy dueño de Amazon concluyó su discurso con las siguientes palabras "El espacio es la última frontera, ¡nos vemos allí!".
SpaceX -de Musk- y Blue Origin - de Bezos- son una especie de enemigos íntimos, señala Martínez: "los Beatles contra los Stones: diez años de demandas judiciales, empleados robados, registros frenéticos de patentes y peleas en Twitter que han inflamado a sus fans y hecho que ambas empresas demuestren un nivel de excelencia y dinamismo que supera a sus predecesores".
No sin cierta ironía, Martínez considera a Musk como un auténtico heredero de Steve Jobs, mientras que Bezos "sería como Bill Gates en su manera de gestionar la rivalidad entre Apple y Microsoft a mediados de los noventa".
Blue Origin fue fundada en el año 2000 por Jeff Bezos. Entre los principales objetivos de la empresa de transporte aeroespacial, destaca el realizar vuelos suborbitales y orbitales, tanto para misiones del gobierno estadounidense, como para vuelos privados.
Blue Origen apuesta por cohetes reutilizables por medio de descensos controlados. Los cohetes reutilizable representan el gran paradigma de la economía espacial 2.0.
Space Exploration Technologies Corp. (SpaceX), fue fundada por Elon Musk dos años después, en 2002. Tiene su sede en Boca Chica, Texas, y se dedica a la exploración aeroespacial; además, ofrece servicios de transportación espacial.
De acuerdo con Wired, SpaceX cuenta con 13.000 empleados y su valor fue estimado en $350B. El monto de los contratos que SpaceX ha celebrado con el gobierno estadounidense asciende a $15.4B.
En la competencia patrimonial entre Bezos y Musk, el sudafricano ha tomado una amplia ventaja, duplicando el patrimonio de Bezos. Según lo asentado en The Real Time Billonaries List, Musk y Bezos son las personas más ricas en el mundo. El patrimonio de Elon Musk (1) fue estimado en $425.2 B, el de Bezos (2) en $212.0 B
Esta semana los supercohetes desarrollados por las firmas de Musk y Bezos midieron sus capacidades.
El lanzamiento del "New Glenn", de 98 metros de altura -designado con ese nombre en honor al astronauta estadounidense John Glenn-, debió ser realizada durante la mañana del lunes.
La cuenta regresiva varias veces fue cancelada, y el lanzamiento finalmente fue pospuesto al jueves 16, el mismo día en el cual fue programado el lanzamiento del supercohete de Elon Musk.
El objetivo principal del supercohete de Blue Origin, en su lanzamiento inaugural, era orbitar con seguridad. Lo consiguió. Sin embargo, no consiguió recuperar en una plataforma marítima el propulsor del cohete reutilizable, por lo que el éxito de la operación no fue absoluto.
En cambio, el séptimo vuelo de prueba de Starship, el súpercohete de SpaceX, fue un desastre. Explotó a los 8 minutos y medio después de su despegue de la base de Boca Chica, Texas. Fue un duro revés para Musk.
La carrera espacial que sostienen los dos supermillonarios admite ser considerada como una nueva Fórmula 1. Sin embargo, más allá de la competencia relativa a las capacidades de los supercohetes, el primer gran objetivo será establecer una colonia humana permanente en la Luna o en Marte.
Si Musk y Bezos apostaran por la cooperación -se antoja prácticamente imposible-, el objetivo seguramente podría ser alcanzado en menor cantidad de tiempo.
Ambos supermillonarios olvidan una gran sentencia de Mr Spock: "la cooperación es la clave para el éxito de cualquier misión".