Una extraña palabra es la que aparece en el título de este artículo. Pero si a usted le parece extravagante, cuando sepa que se refiere a un animal rarísimo que no es pato, ni serpiente ni castor, pero que es todos estos animales al mismo tiempo, entonces se asombrará más del objeto designado que de la voz que lo nombra.
Ornitorrinco viene del sustantivo griego Ornithés, cuyo significado es pájaro, y del también nombre helénico Rynchós, que quiere decir hocico.
Tal vez este análisis tan somero de la palabra no sea suficiente para explicar a qué se refiere, pues el ser vivo que nombra, a los científicos les produce asombro y hasta cierto horror debido a la combinación tan rara de especies que se dan en este pato-nutria originario de Australia y Tasmania. Da la impresión de que el Creador tomó de otros animales partes que le sobraron y con ellas hizo al ornitorrinco.
Cuando su descubridor, el capitán John Hunter, gobernador británico de Australia envió a la Real Sociedad Científica de Inglaterra una piel y un dibujo de este singular animalito, los científicos creyeron que se trataba de una broma y negaron la existencia de un monstruo que amalgamara varias especies en su insólito organismo. Decían que era imposible una combinación de diversos animales en un solo cuerpo.
Varios años después, otros exploradores confirmaron la existencia de esta especie novedosa para la ciencia. Tuvieron que añadir un nuevo orden de vivientes para clasificar a esta extraña variedad junto con otra semejante, y lo acomodaron entre los monotremas, que son parecidos a las serpientes en que tienen un solo orificio para defecar, orinar, copular y desovar.
Pero también se parece un poco a los alacranes, porque si no pica con la cola, lo hace con sus patas traseras, donde tiene un espolón para defenderse principalmente de sus adversarios en amores, a quienes aguijonea a fin de ahuyentarlos.
Es semejante a las aves y a los reptiles porque las hembras ponen huevos, sin embargo, de ellos nacen, no los pollitos, sino los cachorritos que luego se amamantan de una manera muy peculiar, ya que la mamá no tiene pezones y las crías chupan la leche que se derrama de las pequeñas ubres, si es que así les podemos llamar a sus órganos maternos. Sí, el ornitorrinco es un mamífero ovíparo, aunque parezca contradictorio aun como concepto sin fundamento en la realidad biológica. Por otra parte, su boca es más bien un pico de pato, y se parece a este animal también porque los dedos de sus pies están unidos por una membrana, es decir, además, es palmípedo.
Esta ave, mamífero y reptil al mismo tiempo y en el mismo cuerpo, está clasificada junto con otras extrañas criaturas, llamadas equidnas, y son las dos únicas familias del orden monotremas.
Como lo describe la palabra que nombra a este ser viviente tan peculiar, se trata de un animal que es pájaro (Ornithés) y que no tiene pico, sino hocico (rynchós), aunque el nombre no aporta los datos suficientes para describir con más detalle a esta extraña especie, de la que hasta los mismos australianos se admiraban, pues entre ellos una leyenda dice que una hembra de pato llamada Tharalkoo desobedeció a sus padres. Luego de que la reprendieron se ausentó por un corto tiempo de su casa y en su correría fue violada por una rata de agua (rata macho, por supuesto) y cuando estuvo ya en su hogar puso un huevo del que nació el primer ornitorrinco, ese extraño animalito que tiene mucho de pato y de rata. La moraleja es evidente en esta fábula, pues si las niñas desobedecen a sus padres, se encontrarán con acontecimientos tan indeseables como tener un monstruoso bebé, mitad humano y mitad de la especie que violaría a la muchacha que contraviene las órdenes de sus progenitores y se escapa de la casa, aunque sea por un tiempo breve.