Los hechos ocurrieron en un sitio despoblado del Río Bravo. (AGENCIAS)
La zona del Río Bravo donde agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos fueron agredidos ayer por sicarios está en una de las regiones de Tamaulipas en las que la narcoguerra se ha recrudecido por el control del territorio y las Aduanas mexicanas para el tráfico de personas, drogas, armas y contrabando.
Criminales, presuntos traficantes de indocumentados, dispararon a las 14:00 horas contra agentes estadounidenses que buscaban impedir que un grupo de migrantes cruzara de forma irregular hacia Texas por una parte baja del río.
Los oficiales de Estados Unidos respondieron la agresión a balazos, sin reportarse detenidos o heridos, mientras que los atacantes y migrantes se habrían internado en territorio mexicano.
Los hechos ocurrieron en un sitio despoblado del Río Bravo, a la altura de la comunidad Los Guerra, en Miguel Alemán, uno de los cinco municipios de la llamada "frontera chica" de Tamaulipas.
Además de Miguel Alemán, la región está conformada por Camargo, Díaz Ordaz, Mier y Guerrero, todos municipios fronterizos al norte con Texas y al sur con Nuevo León, ubicados entre Reynosa y Nuevo Laredo.
En la Administración del Gobernador de Tamaulipas, el morenista Américo Villarreal -que inició en octubre del 2022-, se ha registrado un recrudecimiento de la violencia del crimen organizado en la región.
La violencia se ha reflejado en constantes balaceras y secuestros, lo que ha forzado al éxodo de población, principalmente de comunidades rurales.
Los Guerra ha sido uno de los pueblos más afectados por la narcoguerra al encontrarse en un punto estratégico, ya que es paso obligado para cruzar por la "frontera chica", y está próximo a Texas y tiene caminos que conectan con el territorio de Nuevo León.
Aunque Fronton, Texas, la ciudad vecina de Los Guerra, tiene apenas unos cientos de habitantes, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos tiene un cuartel de operaciones, que cuenta drones y globos detectores de calor para ubicar cruces ilegales por la frontera.
Ayer, los agentes de la Patrulla Fronteriza recibieron prácticamente de inmediato el apoyo de agentes, de militares estadounidenses, policías texanos y elementos de seguridad locales, que inundaron la zona e hicieron huir a los sicarios y a los migrantes.
Del lado mexicano llegaron soldados, que desplegaron por horas la búsqueda de los agresores, pero sin éxito.
Pese a la violencia que se padece en México, los ataques a la Patrulla Fronteriza y más oficiales estadounidenses no son comunes, pero sí se registran esporádicamente.
La agresión de ayer se dio a una semana de la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, que prometió reforzar la seguridad fronteriza y realizar deportaciones masivas hacia territorio mexicano.
