
¿Pueden los terrenos baldíos ser un refugio para la biodiversidad en la ciudad?
Los terrenos baldíos, presentes en ciudades de todo el mundo son catalogados como zonas infrautilizadas, desde el punto del desarrollo, ya sea que nunca hayan tenido construcciones o que estás hayan sido abandonadas.
Son un elemento del ecosistema urbano que según estudios tienen el potencial de brindar a las ciudades la oportunidad de crear y desarrollar nuevos sistemas que sustenten la biodiversidad y aumenten la provisión de servicios ecosistémicos vitales.
El académico estadounidense Timon McPhearson escribió para el portal The nature of cities en 2012 el artículo “Los terrenos vacíos en las ciudades podrían brindar importantes beneficios sociales y ecológicos”, en este señala de entrada los pocos espacios para el desarrollo que tienen las ciudades densamente pobladas y en su caso propone convertir los terrenos baldíos en espacios verdes, en especial en zonas de bajos ingresos.
Una visión distinta es la que mencionan brevemente académicos de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa en un paper, al apuntar que los terrenos baldíos al no estar gestionados por el gobierno o un particular, son zonas donde "la naturaleza encuentra su camino y permite el crecimiento silvestre de vegetación y fauna".
Investigadores franceses concluyeron que estos espacios suelen albergar más especies, incluso raras, que otras zonas verdes urbanas y la riqueza en su variedad depende del tamaño del terreno.
Como parte de su análisis, al comparar la biodiversidad encontraron que los terrenos baldíos pueden ser hogar de más especies que otros espacios como parques, patios e incluso bosques urbanos. En parte por la falta de manejo de estos espacios por la autoridad o el uso de herbicidas.
En su conclusión, el paper “How can wastelands promote biodiversity in cities? A review” propone considerar que si bien estos centros pueden aparecer y desaparecer siguiendo la demolición o la construcción de infraestructura, los terrenos baldíos pueden ser integrados en la planeación urbana como sitios temporales y como ecosistemas de un tipo específico bajo criterios socioeconómicos y ambientales para conservar la biodiversidad urbana.