El senador Ricardo Anaya. (ESPECIAL)
El senador Ricardo Anaya, quien fuera candidato presidencial en el proceso de 2018, planteó dos propuestas para ayudar a los paisanos, frente a la administración de Donald Trump que pretende deportar a millones de personas, además de otras políticas que afectaran gravemente a México.
Anaya hizo un llamado de entrada de "dejar de minimizar el problema" de las deportaciones y los aranceles.
El legislador señaló que "hay de deportaciones a deportaciones, no es lo mismo deportar a una persona que acaba de cruzar la línea fronteriza, inclusive varias veces, que hacer una redada en Chicago, encontrar a la mitad de la familia en la casa, deportarlos, dividir a la familia, eso causa una crisis humanitaria, causa sufrimiento indescriptible".
Criticó que la comentocracia y el oficialismo plantean que las administraciones demócratas deportaban más personas que Donald Trump, pero las acciones de Barack Obama o Biden no se comparan a las que ha emprendido el nuevo presidente de Estados Unidos.
Anaya también cuestionó que México no tiene la capacidad para responder con aranceles si Estados Unidos los aplica, porque su economía es mucho más grande y "ellos nos exportan solamente el 16 % de lo que le venden al resto del mundo, nosotros les exportamos más del 80 %".
Manifestó que en términos de relación bilateral "Esta es la crisis más importante, probablemente en el último siglo; frente a esta crisis lo que el gobierno tiene que hacer es actuar con altura de miras".
1. Permisos de trabajo y de visas, el excandidato presidencial planteó que el gobierno de Claudia Sheinbaum le debe proponer al de Donald Trump el "plan más ambicioso", porque se debe reconocer que ellos necesitan de los trabajadores mexicanos y los migrantes nacionales preferirían cruzar de manera segura y ordenada, ganar dinero y sostener a sus familias con la seguridad y orden a sus comunidades.
2. Tratado en materia de seguridad, Ricardo Anaya propuso firmar un acuerdo con Estados Unidos igual de robusto que el T-MEC, pero esto implicará dejar la idea de "abrazos no balazos", asumir el combate a las organizaciones criminales y rechazar cualquier intervención unilateral.
"Sumemos todas las capacidades del Estado mexicano y del Estado americano para resolver un problema común, para pegarle al crimen organizado donde más le duele, en su operación y sus finanzas..."
