¿Qué va primero, ajo o cebolla? La respuesta que puede transformar tus platos

En la cocina, el orden de los ingredientes puede marcar una diferencia radical en el sabor final de un platillo, especialmente cuando se trata del sofrito, esa base aromática sobre la que se construyen infinidad de recetas. Aunque muchas veces ajo y cebolla se lanzan juntos a la sartén, lo cierto es que su orden de incorporación importa, y mucho.

Como explica J. Kenji López-Alt en Serious Eats, el ajo posee compuestos sulfurosos que se activan rápidamente con el calor y pueden quemarse en segundos, generando un sabor amargo. La cebolla, por otro lado, requiere más tiempo para caramelizarse correctamente, liberando lentamente sus azúcares naturales y creando una base dulce y profunda. Por tanto, si buscas preservar la intensidad aromática del ajo, lo ideal es dorarlo primero a fuego medio-bajo, con cuidado, en una grasa aún fría, como se hace en muchas recetas del sur de Italia o del sur de la India.

¿Qué va primero ajo o cebolla?

La cocinera Priya Krishna, colaboradora de Bon Appétit, recomienda además tostar ligeramente las especias en el mismo paso que el ajo para potenciar los aceites esenciales. Solo después de que el ajo suelte su fragancia sin llegar a quemarse, se debe añadir la cebolla y continuar el sofrito. Esta técnica es común en currys y masalas, donde cada capa de sabor se construye con precisión.

Ahora bien, si buscas una base más suave y homogénea, comenzar con la cebolla puede ser preferible. Al cocinarla primero, se crea un fondo dulce y menos agresivo, ideal para guisos o platos más delicados. Añadir el ajo al final —cuando la cebolla ya está casi lista— atenúa su fuerza y lo integra sutilmente al conjunto.

Al final, no existe una única forma correcta, pero sí hay estrategias más acertadas según el resultado deseado: dorar primero el ajo realza su sabor; iniciar con la cebolla suaviza el conjunto. En cocina, como en la vida, el orden sí altera el producto.