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A Complete Unknown

HUGO J. CASTRO

Bob Dylan es uno de los creadores estadounidenses más influyentes y reconocidos que se ha distinguido por no caer en el estereotipo del artista popular, que se enfrenta a la fama en función de que sea el camino que lo elevará hasta alturas insospechadas.

Por eso su figura contraria a esta posición ha atraído a escritores, poetas, músicos y locos, que ven en su convicción el halo que en muchas ocasiones se va borrando por el convencimiento de que la riqueza te puede dar todo lo que quieras. Dylan ha tratado de no estar en los reflectores, aunque sus fieles seguidores hacen que su mito crezca. Por ello, no es raro ver que también el cine se vea tentado a contribuir con diversas visiones que recuperan a la creatividad por encima de la figura.

En 1967, D.A. Pennebaker filma a Dylan por su gira por el Reino Unido en 1995 y la muestra en Don’t Look Back. Ya en 2005 Martin Scorsese presentó otro documental No Direction Home, en el cual muestra la huella que ha dejado en la cultura y en la música de los Estados Unidos, presentando sus inicios por el año 1961 y hasta 1966 luego de su accidente en motocicleta que lo alejó de los escenarios por varios años.

En 2007, el director estadounidense Todd Haynes realizó un interesante experimento biográfico al hacer I’m Not There en el cual Dylan es interpretado por cinco actores y una actriz: Christian Bale, Marcus Carl Franklin, Richard Gere, Heath Ledger (su última película que se estrenó durante su vida), Ben Whishaw y Cate Blanchett, quien se llevó el Golden Globe por su actuación. En este, cada actor representa, con un nombre diferente, las diversas facetas del cantautor en busca de comprender los cambios que permitieron y hasta sacudieron a que la figura brillara, se cayera y se volviera a reinventar.

Ahora, llega el nuevo trabajo de James Mangold (Logan; Indiana Jones y el Dial del Destino; Girl, Interrupted), quien adaptó guion junto a Jay Cocks del libro “Dylan Goes Electric!” de Elijah Wald, en el cual se va realizando una recopilación, a manera de ficción e interpretación libre, el arranque de la carrera de Dylan en Nueva York, su desarrollo tanto como cantautor y artista, la atmósfera de incertidumbre que se generó en la convulsionada primera mitad de la década de los 60’s y cómo va a transitar de ser el nuevo héroe del tradicional sonido del folk a la expresión sin límites del rock, dejando atrás la guitarra lírica para conectarse al amplificador de su nueva seis cuerdas repletas de electricidad.

Obviamente, a lo largo de la historia escucharemos los éxitos de Dylan que acompañan el hilo conductor de la historia, pero que no busca que el espectador se vaya forma ideas de “esta canción la hizo por esto”, sino para reconocer como el talento se fue desarrollando en una escena musical muy particular, la que si bien busca mantener la conversación de la necesidad de la libertad y la idea de cambiar los paradigmas cada vez obsoletos en el poder político de esos momentos, hay distintas visiones que tratan de mantener a esta expresión en un estado de pureza.

Por lo tanto, la fuerza creativa que envuelve a este artista no podía quedarse en ese elemento, sino que tenía que evolucionar, es por ello que no se conforma con tener el reconocimiento y las ganancias de dinero, sino que busca en el experimentar una necesidad de mostrar lo que vive hacia todas direcciones.

En el papel de Dylan aparece Timothée Chalamet, quien realiza una gran interpretación y también canta, tratando de mantenerse cercano al registro vocal del cantautor sin caer en la ridiculización, sino más bien mostrar con solvencia. Edward Norton también desarrolla muy bien su papel de Pete Seeger, quien era un cantante de folk y activista que introducirá al joven artista a este mundo alternativo del arte, que tenía una presencia muy particular en la década de los 60’s. Mientras que la mítica cantante Joan Báez estuvo en manos de Monica Barbaro, dejando una buena impresión junto a sus dos compañeros, quienes fueron nominados al Oscar. Otro papel crucial es Sylvie Russo (que está inspirado en la artista Suze Rotolo, novia de Dylan), en el cual Elle Fanning mostró su madurez en la actuación y su solvencia en momentos cruciales de la película.

Esta historia es no solo un homenaje al talento, sino el camino del artista por mantener intacto su genio, no en función de lo que dicen los demás como debes de ser (“el infierno son los otros”, diría Jean Paul Sartre), luchando con la fama, la incomprensión y el mantenerse fijo, para darle paso a la evolución, capaz de generar expresiones que nos pegan en todo el cuerpo y así sacudirnos a reinventarnos ante la vida. Es por ello por lo que te dan ganas de gritar en la sala de cine:

“How does it feel?

How does it feel to be on your own?

With no direction home

A complete unknown

Just like a rolling stone?”

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Escrito en: Quiero Palomitas Hugo J. Castro A Complete Unknown

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