El futbol es lo más importe de las cosas menos importantes" Esta frase es atribuida a tres presuntos autores: el italiano Arrigo Sacchi, entrenador que brillara al frente del AC Milán a finales de los años ochentas y que lo llevaría al banquillo de la selección de su país para conseguir el subcampeonato en la Copa del Mundo celebrada en Estados Unidos en 1994; Jorge Valdano Castellanos, campeón del mundo en el Mundial de México 1986 y que en Real Madrid hiciera una temible tercia con Emilio Butragueño y por supuesto con Hugo Sánchez Márquez, y al alemán Jürguen Kloop, director técnico que saltara a la fama dirigiendo al Borussia Dortmund para después llegar al Liverpool FC, donde alcanzó su más grandes éxitos.
¿A qué viene la cita de la esta frase y la relevancia de sus autores? Pues al momento que vive el club Santos Laguna desde hace unos años atrás y que se ha recrudecido desde el año pasado entero y que ahora parece aún peor. Y aunque para entender que esto no puede ser más importante en la sociedad como los momentos que la región y el país está viviendo, como las amenazas a México del presidente norteamericano Donald Trump que de cumplirlas, golpearía sensiblemente la economía familiar y la estabilidad de millones de hogares mexicanos. La terrible incertidumbre que viven nuestros paisanos que no cuentan con papeles en regla y están siendo blanco de una persecución inhumana por parte del nuevo gobierno del vecino del norte. Y aunque Coahuila es una isla de seguridad y Durango con su especial paz lo es un poco también, grandes regiones de México siguen asoladas por la delincuencia organizada y su atroz violencia.
Sin ganas de entrar a debate, el desempeño de la economía mexicana es pobre en crecimiento y aunque se puede discutir la distribución de la riqueza, la realidad es que el tamaño del pastel crece a menor ritmo de la población. De seguir así las cosas, irremediablemente el nivel de vida de los mexicanos en general tenderá a descender por simple lógica.
Estos temas sí son importantes, pero para la gran mayoría de los laguneros la marcha del equipo albiverde es un tema si no importante, sí es sensible. Salvo algunos foráneos que residen acá y otros tantos que deciden mantener un afición por equipos de fuera, como por ejemplo el América, el corazón futbolero lagunero es de color verde y blanco.
La sensación de la nación santista, es que la directiva dejó de tener el mismo interés en el equipo desde que el Grupo Orlegi, propietario del Santos Laguna, adquirió al Atlas de Guadalajara. Desde entonces, el equipo tapatío logró un bicampeonato, rompiendo una sequía de títulos para esa institución que no levantaba un campeonato de liga de la primera división del futbol profesional desde 70 años atrás. Claramente Orlegi sabe manejar plantillas que pueden ganar campeonatos.
El problema es que a la par del brillo que adquirió el nuevo equipo mexicano de la organización que encabeza Alejandro Irarragorri, el Santos comenzó un espiral descendente en cuanto a desempeño deportivo.
Esa caída se ha precipitado el último año y medio, donde la temporada pasada el equipo quedó en último lugar y en la actual que ya se ha jugado 5 fechas (hoy juega de visita en Aguascalientes ante el Necaxa) con igual número de derrotas.
En el inter, cuando el Santos estaba ya en franca caída, decidieron despedir de fea forma al lagunero Dante Elizalde como presidente de la escuadra lagunera. Alejandro Irarragorri cargó el fracaso de los últimos años en su subalterno, que tuvo poco margen de maniobra durante su gestión. Es cierto que el propio Alejandro nombró a su hijo Aleco de 24 años como nuevo mandamás, enviando un signo de esperanza que nuevamente su empresa pondrá atención al Santos.
Por desgracia la caída no se ha detenido y ahora en el propio estadio la afición corea que "fuera Orlegi" en parte porque se ha generado una campaña de que lo mejor es que se venda el equipo a manos laguneras de origen.
Cierto es que se han hecho mal, muy mal las cosas en el terreno deportivo por parte de la directiva de Santos, pero no se puede olvidar las glorias pasadas que Alejandro Irarragorri le dio a este gran equipo, primero como presidente del mismo cuando era empleado del Grupo Modelo, salvándolo del descenso y al poco tiempo haciéndolo campeón, además de impulsar el complejo deportivo Territorio Santos Modelo, que alberga al estadio Corona. Luego ya como propietario ha ganado 3 ligas más. El arrogante para con los laguneros Alejandro Irarragorri ha capitaneado 4 de los 6 títulos de liga. Así de claro.
No se abona nada contribuyendo a una campaña de desprestigio contra Grupo Orlegi y sus directivos. Hay que exigir claro, reclamar también por lo que últimamente ha pasado. Pero atacar de esa forma es de terrible ingratitud. Lo que importa, en este asunto de las cosas menos importantes, es que Santos vuelva a ser pronto un equipo guerrero que represente el espíritu lagunero.