
Siria dice que derrotará a los seguidores de Asad tras 150 muertos en combates
El ministro de Exteriores sirio, Asaad al Shaibani, afirmó este viernes que las fuerzas del nuevo Gobierno derrotarán a los grupos leales al presidente depuesto Bachar al Asad, tras los combates que han causado casi 150 muertos en las provincias costeras del país en los últimos días.
En varios mensajes en X, Al Sheibani indicó que Siria está sufriendo ataques para desestabilizar al país al referirse a los combates en Latakia después de que los rebeldes tomaran el control de una base militar y se atrincheraran en una zona montañosa, informó la agencia siria SANA.
"Lo que pasó ayer no puede tener éxito en un país cuyo Ejército es el pueblo mismo", dijo el ministro, que subrayó que las fuerzas sirias han conseguido superar el desafío de los grupos leales a Al Asad y continuará su trabajo para lograr la prosperidad del país.
"Desde el primer día de la caída del régimen del Al Asad, el nuevo liderazgo sirio, representado por el presidente Ahmed al Sharaa, adoptó medidas que refuerzan la seguridad, estabilidad y paz pública", agregó Al Shaibani.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó hoy de que 147 personas, 69 de ellas ejecutadas, han muerto en dos días de enfrentamientos entre las fuerzas de la nueva administración siria y los rebeldes de Asad en las provincias costeras del país.
Según la ONG, 78 personas murieron en choques directos -37 fuerzas de seguridad, 34 exmiembros del régimen y siete civiles-, mientras que otras 69 de la rama alauita del islam fueron "ejecutadas" en las localidades de Al Hafa, Al Mojtareya y Al Sher, en la provincia costera de Latakia.
Las fuerzas sirias lanzaron hace dos días una campaña de seguridad en Latakia después de que fieles a Al Asad mataran a dos efectivos en una emboscada, según SANA, en un momento en el que las nuevas autoridades están efectuando amplios operativos contra miembros del antiguo régimen.
Latakia es un antiguo feudo de la familia Al Asad y el núcleo de la minoría alauita de la familia, rama del chiísmo que profesa el derrocado presidente ahora exiliado en Moscú.