Trascienden. La aceptación que los Enanitos Toreros han logrado a lo largo de los años es una muestra de que el arte y la dedicación pueden superar cualquier barrera social.
Los conocí allá por la década de los 90, yo era una niña. Mi papá nos llevó a mi hermano y a mí a la Plaza de Toros de Torreón a presenciar su espectáculo. Eran los Enanitos Toreros que prometían divertir a chicos y a grandes. Y así fue, incluso aún conservo una postal de ese día capturada por una cámara instantánea. Sólo los vi esa vez, después crecí y les perdí la pista.
Recientemente, gracias a un póster supe que se habían presentado en Navidad en la Plaza de Toros de Torreón, el recinto donde mis ojos de infante los conocieron.
Me dio curiosidad y los busqué en Internet, sólo para enterarme que dentro de dos años cumplirán medio siglo activos realizando giras alrededor de la República y parte de Estados Unidos.
A Torreón retornan sólo cada 25 de diciembre, una visita obligada que de alguna manera los conecta con su tierra y con la gente, que, como yo, presenciaron su show cuando eran niños, sin pensar que ese grupo de pequeños se volverían un referente de la cultura popular, convirtiéndose en un clásico de la diversión familiar.
No hay que indagar mucho para saber que, luego de 48 años, los Enanitos Toreros de Torreón son una de las atracciones más queridas de la región. A lo largo de cinco generaciones, este espectáculo ha tenido que evolucionar y adaptarse al tiempo moderno, lo cierto, es que también su esencia ha permanecido intacta: divertir a lo grande a toda la familia.
Aunque el año pasado, el espectáculo de enanos toreros españoles (show que inspiró a los de Torreón) fue cancelado al ser considerado "irónico, cruel y burlesco", en México, en cambio, el que un grupo de personas con trastorno del crecimiento realicen un show para divertir a la gente, según mi percepción, se vincula más bien a un tema de nostalgia y tradición.
Pero… ¿Qué piensan al respecto los Enanitos Toreros de Torreón? Y, sobre todo, ¿Cuál es el secreto de su permanencia?
Luego de buscarlos y localizarlos, este diario charló con cinco de las 11 personas pequeñas, que hoy en día siguen llevando este clásico de la diversión familiar de origen lagunero a casi toda la república, y a varias partes de Estados Unidos.
Arropados por el ambiente de la Plaza del Eco, me platican que la historia de los Enanitos Toreros de Torreón comenzó de la mano de Rogelio Amador, un ex torero que en el transcurso de recuperarse de una lesión tuvo una visión: ofrecer un espectáculo taurino en miniatura que, a pesar de su tamaño, no perdiera la profesionalidad y la emoción de los grandes eventos.
La idea surgió a raíz de que Amador presenciara un show español llamado "El Bombero Torero", el cual lo cautivó y lo inspiró a la creación de una versión mexicana, pero con un toque único y especial.
Desde sus inicios, el espectáculo fue concebido como una propuesta para celebrar el arte taurino, pero que también ofreciera un espacio de entretenimiento familiar y humorístico.
Fue así que lo que comenzó como una idea para pasar el tiempo durante una lesión, se transformó rápidamente en un fenómeno que cruzó fronteras.
Los Enanitos Toreros de Torreón empezaron a presentarse en todo México y, más tarde, como ya se mencionó, en Estados Unidos, donde el rodeo y el espectáculo taurino también eran muy populares.
Con el tiempo, su show se fue nutriendo de otras influencias, incluyendo imitaciones de artistas, lo que permitió que el grupo se mantuviera vigente y en constante evolución.
Paty, una de los integrantes actuales del grupo, relata cómo su historia con los Enanitos Toreros comenzó hace más de 20 años.
"Yo conocí a mi pareja aquí, me casé, y ahora mis hijos también forman parte del espectáculo. Es increíble cómo el espectáculo ha ido pasando de generación en generación, no solo en el público, sino también en nuestras propias familias", expresa.
A lo largo de los años, ha sido testigo de cómo las nuevas generaciones, como sus hijos, han adoptado con entusiasmo las tradiciones y los valores del espectáculo.
En ese sentido, uno de los mayores desafíos que enfrentan los Enanitos Toreros es mantenerse en una era donde el entretenimiento ha cambiado radicalmente con la llegada de las plataformas digitales y los cambios en los gustos del público.
Fernando, por ejemplo, quien lleva más de 30 años siendo parte del show, comenta que sí es un reto competir con otras ofertas de entretenimiento. Pero también sabe que su espectáculo aún se encuentra en el gusto del público, gracias a que siguen presentando números innovadores.
Él, por su parte, participa como torero, pero también realiza algunas imitaciones de artistas. Su padre, quien también fue enanito torero, fue quien lo animó a unirse al grupo, algo que él agradece infinitamente, porque, compartió, aparte de encontrar una profesión que le da un sustento, también, en los Enanitos Toreros, dice, encontró una familia.
La constante evolución de los Enanitos Toreros se refleja en sus números, en los que han incorporado imitaciones de artistas contemporáneos, como Peso Pluma, Eslabón Armado, y otros personajes populares de la cultura mexicana. En el tiempo que a mí me tocó verlos las imitaciones de Juan Gabriel y Gloria Trevi, por ejemplo, eran de sus números más fuertes.
En ese sentido, las imitaciones son una de las marcas registradas del espectáculo, las cuales siguen siendo uno de los momentos más esperados por el público, que disfruta ver a sus artistas favoritos interpretados de una forma muy peculiar y cómica.
Aldo, uno de los miembros más jóvenes del grupo, ha desarrollado gran habilidad para realizar imitaciones. Comenzó a los 12 años y, a pesar de su corta edad, ya está integrado completamente al equipo, participando en diferentes números y aprendiendo las habilidades necesarias para desempeñar su papel.
"Mis papás me animaron a unirme a los Enanitos Toreros, y me gustó mucho, porque me gusta divertir a la gente", comentó Aldo, quien, a sus 14 años, ya ha tenido la oportunidad de interpretar a artistas como Peso Pluma y Christian Nodal, además ya está entrenando para convertirse en torero.
Al cuestionarlos sobre los desafíos sociales que enfrentan debido a su estatura, o si alguna vez han sido víctimas de discriminación o bullying, Karla, quien lleva más de 30 años en el grupo, expresó que precisamente gracias al trabajo que reflejan en su show, es que han logrado cambiar la percepción del público y demostrar que las "discapacidades" pueden ser capacidades.
Comentó que este espectáculo les ha permitido romper con los estigmas sociales y demostrar que todos somos iguales, independientemente de su tamaño o apariencia. "Este show nos ha ayudado a que no nos vean con morbo. Siempre tratamos de verle el lado positivo a las cosas".
La aceptación que los Enanitos Toreros han logrado a lo largo de los años es una muestra de que el arte y la dedicación pueden superar cualquier barrera social.
"Las discapacidades las hacemos capacidades", es un lema que los integrantes del grupo repiten con orgullo, porque saben que su esfuerzo y su pasión por lo que hacen son el verdadero motor que los ha mantenido en el gusto del público durante tantos años.
Hoy, después de 48 años de trayectoria, los Enanitos Toreros continúan siendo un símbolo de perseverancia y amor al espectáculo. A pesar de los cambios en la industria del entretenimiento, siguen llenando plazas en todo México, y son un referente del arte taurino en miniatura.
La Plaza de Torreón, su casa, sigue siendo uno de los lugares más emblemáticos donde el público los recibe con entusiasmo. Estos pequeños han logrado lo que pocos grupos pueden: trascender generaciones y mantenerse vigentes en el corazón del público, llevando con orgullo el nombre de Torreón por todo México y más allá de sus fronteras.