En el avión que lo llevó de Roma a Sao Paulo, el Papa Benedicto XVI apoyó la decisión de obispos mexicanos para negar la comunión a diputados del DF que aprobaron despenalizar el aborto. El Pontífice llegó ayer a Brasil en su primera visita a América Latina. (AP)
El Papa Benedicto XVI volaba a Brasil, pero sus pensamientos estaban en México, al revivir el debate sobre la despenalización del aborto en el Distrito Federal.
En declaraciones a reporteros que lo acompañan en su gira a Brasil, el Papa declaró que apoyaba la excomunión de los políticos que respaldaron la decisión de legalizar el aborto en las primeras 12 semanas de embarazo.
Benedicto XVI dijo que las enseñanzas de la Iglesia ordenan la excomunión automática para cualquiera que procure un aborto.
“No es nada nuevo, es normal; no fue arbitrario. Es lo que está previsto en la doctrina de la Iglesia”, afirmó camino a su primera visita a América Latina como Pontífice.
Benedicto XVI realiza una visita de cinco días a Brasil, el país con el mayor número de católicos del mundo, pero también es un país donde actualmente se revisa la posible legalización del aborto. Y es que actualmente en Brasil el 30 por ciento, de niñas de 15 a 17 años, está fuera de la escuela a causa de un embarazo no deseado.
Una de las primeras preguntas de la improvisada conferencia fue la amenaza de excomunión que habían formulado líderes de la Iglesia mexicana contra los legisladores que votaron en favor del aborto en las 12 primeras semanas de gestación.
Sin embargo, horas después el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, aclaró que el Papa Benedicto XVI no intentaba excomulgar a nadie, sólo que los políticos que votan a favor del aborto no deberían recibir la comunión.
“Dado que la excomunión no ha sido declarada por los obispos mexicanos, el Papa no tiene intención en sí de declararla”, agregó Lombardi.
“La acción legislativa en favor del aborto es incompatible con la participación en la Eucaristía. Los mismos políticos se excluyen de la comunión”, dijo Lombardi.
Cuando se le insistió si los legisladores estaban excomulgados, Lombardi repitió: “No, ellos mismos se excluyen de la comunión”.
Líderes de la Iglesia dijeron que el Papa pudo haber pensado erróneamente que los obispos de la Ciudad de México habían declarado formalmente la excomunión de los legisladores.
La enseñanza de la Iglesia establece que todas las personas que tengan un aborto están automáticamente excomulgadas. En México, algunos obispos han dicho que los médicos y enfermeras que practiquen el aborto, como los legisladores que apoyen su legalización, deben ser excomulgados.
En Brasil, el ministro de Salud, José Gomes Temporao, criticó lo que consideró interferencia de la Iglesia en las discusiones sobre el aborto.
“No se puede prescribir dogmas y preceptos de una determinada religión para el conjunto de la sociedad”, dijo.
