Alex Lora y su banda recuerdan sus vivencias en el rock. (Archivo)
MÉXICO, DF.- ¡A Alex Lora le dieron chicharrón!... Y tan contento quedó con la comilona que hasta unas rolas se aventó para la banda que ahí estaba. Fue la noche en que el intérprete de Niño sin Amor se topó con dos de sus fans que le prepararon su platillo favorito.
Era la velada en que dos gemelos, Francisco y Javier, veían cómo su ídolo se sentaba a su mesa y degustaba lo que le habían hecho: caldo, agua de jamaica y horchata, frijoles y por supuesto el chicharroncito, ese del que se comería unos cuatro tacos.
Ahí fue donde Alex Lora y su esposa Chela hablaron con ellos de su pasado; de la ocasión en que alguien de Los Ramones minimizó al roquero mexicano luego de ver cómo el público lo idolatraba.
“Y así como se veían bien punk... la neta es que eran bien envidiosos”, recordó el cantautor.
Fue Alex Lora y su gusto por ver a unos chavos que tienen menos de la edad de la mitad de existencia del grupo (39 años), y quienes se saben todas sus rolas.
De aconsejarles que si desean ser músicos, toquen y toquen, pues solamente así se agarra un estilo. “A mí me decían que no la haría...” recordó Lora. Fueron horas en las que decenas de fans, amigos de los anfitriones Francisco y Javier, aguardaban ansiosos en el patio de la casa para ver de cerca a los roqueros.
Ahí estaba la muchacha con minifalda roja, el chavo con el cabello parado con gel o la pareja que llevaba la chamarra con el nombre TRI y un disco de la banda.
Era la noche en que, como nunca antes, las cámaras seguían todo lo que hacía, decía o gesticulaba Lora.
Lo mismo tenía qué repetir una anécdota, pues se estaban acomodando la luces, que simular, por ende, que estaba comiendo.
Después de todo era la grabación de Rock Dinner, emisión del canal de paga MTV, y el cual sale hoy al aire.
Fue Lora y su banda los que pudieron interpretar Oye Cantinero, cerca de la una de la mañana, luego de casi tres horas de grabación.
Esta exclamación bien podría ser el ejemplo real de aquella frase que reza: “barriga llena... corazón contento”.
“Estuvo padrísimo, fue una experiencia única que hemos tenido en estos 39 años de roquear. Ha sido una de las satisfacciones más grandes que hemos tenido”, señaló el cantautor del cabello ensortijado.
