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Industria editorial impulsará formato de libros de bolsillo
Industria editorial impulsará formato de libros de bolsillo.
El 2008 será un buen año para el libro de bolsillo. En la industria editorial habrá un impulso el formato con la creación de nuevos sellos, el reforzamiento de colecciones con títulos inéditos y alianzas estratégicas entre grupos editoriales que pondrán, en tirajes masivos y a bajo costo, títulos que antes rebasaban los 200 pesos.
Ese formato pequeño, práctico y fácil de llevar, que fue creado para ser leído sin necesidad de un atril que lo sostuviera y que por eso cabe en el bolsillo del saco o en la bolsa de mano, ha despertado el interés de los editores mexicanos que quieren tener su sello propio porque son libros de bajo costo de producción, de venta rápida y con los que pueden dar salida a su fondo editorial.
Aunque en México no hay cifras de venta porque no existe un apartado específico para ese rubro, los empresarios del libro se inspiran en la experiencia europea. Sólo en España el libro de bolsillo vendió 28 millones 498 mil 249 ejemplares durante 2005, que representa 66% de los ejemplares editados.
Este año la industria alcanzará metas. A partir de febrero Random House Mondadori México (RHM) lanzará ocho de los títulos más exitosos de Tusquets Editores bajo el sello Maxi Tusquets. La misma alianza estratégica, que consiste sólo en distribuir los títulos que imprime otra editorial, RHM firmó con Roca Ediciones, por lo que en este mes aparecerán los primeros dos títulos del sello Roca Bolsillo.
La apuesta de esa casa editorial es ampliar su catálogo con los títulos de otras editoriales, incluye llegar a un acuerdo con la editorial mexicana Cal y Arena, para comprar los derechos de ocho títulos que harán en coedición. El acuerdo va por buen camino aunque aún no definen las obras que se incorporarán al sello
De bolsillo.
Los editores apuestan por ese formato que posee atributos básicos: formato reducido, edición rústica que va de 11x17.8 cm a 12.4x19 cm, precio económico —un tercio de la edición en pasta dura—, multitemático y distribución masiva de grandes tirajes. Están interesados en terminar con la idea de que los libros de bolsillo están mal hechos, con materiales de baja calidad.
En las librerías han ganado espacios, se exhiben bien y tienen buena recepción porque son de venta rápida, su principal diferencia está en el tamaño de la tipografía, pero ha ganado canales de venta que no tienen los libros convencionales. Se venden en los centros comerciales, tiendas departamentales, cafeterías, tiendas del aeropuerto y farmacias.
Librerías Gandhi, que desde hace más de un año vende libros bajo el sello Gandhi Ediciones, ha firmado convenios con editoriales como Planeta y Losada, a quienes les solicita determinados títulos con la única condición de que ostenten la portada monocromática que ellos manejan. A las editoriales les conviene: les compran un tiraje de por lo menos mil ejemplares de un libro al que sólo le ponen otra pasta porque los interiores son los mismos de su edición original de bolsillo.
Esa cadena de librerías ha obtenido buenos resultados, muchos de los títulos se han agotado porque sus precios son más bajos; por ejemplo, Los pasos de López de Jorge Ibargüengoitia está en 32 pesos y La divina comedia cuesta 80.
Están a la espera de que les resurtan La Ilíada y La Odisea de Homero, La metamorfosis de Franz Kafka, La Divina Comedia de Dante Alighieri, Matén al león de Ibargüengoitia y La constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, entre otros.
Que en el último lustro el libro de bolsillo haya cobrado fuerza y despertado el interés no sólo de los lectores sino de los editores y libreros tiene que ver, según Arturo Amhed, director del Instituto de Desarrollo Profesional para Libreros (Indeli), con los beneficios económicos.
“El precio de los llamados libros trade, que es el tamaño convencional, supera los 200 pesos, mientras que los libros de bolsillo, que además son de un tamaño práctico, van de los 85 a los 150 pesos, lo que beneficia a un lector con poco poder adquisitivo”.
De ahí que las editoriales se interesen en difundir que el libro de bolsillo posee la misma calidad que el tamaño convencional y promuevan lanzamientos de nuevos títulos para ese formato, sin que tengan que pasar por la edición grande.
Andrés Ramírez, editor de RHM, asegura que el de bolsillo es un formato con una larga trayectoria en todos los países del mundo y son ediciones de calidad que no utilizan papel económico, ni se hacen impresiones de menor calidad, aunque cuesten 49 pesos.
“Nuestra premisa es: los mismos libros, con la misma calidad y a un precio mucho más accesible. El lector puede encontrar una amplia oferta de libros y contenidos a un precio más modesto... Hay la idea de que como ya pasaron por el formato grande, en bolsillo hay un papel de menor calidad, como poquiteando la edición; nosotros invertimos lo mismo que en un libro en formato grande pero ninguno rebasa los 149 pesos”.
El futuro de este formato que abarca todos los géneros literarios, sirve para relanzamientos y rescates de obras, parece muy halagüeño. Carmina Rufrancos, editora de Planeta dice que todas las editoriales han prestado atención al libro de bolsillo en los últimos cinco años, incluso hacen lanzamientos como lo hizo RHM con Crónicas de sangre de Ricardo Ravelo y vendrá La terca memoria de Julio Scherer.
En México son muchas las colecciones que han surgido; en el pasado aparecieron Sep70 y en años recientes La Centena, publicadas por el Estado mexicano. En la actualidad, están Punto de Lectura, de Santillana; Zeta Bolsillo y Byblos, de Ediciones B; Debolsillo, de Random House Mondadori; Booket y Quinteto, de Planeta; Compactos, de Anagrama; Colección Popular, Breviarios y Centzontle, del Fondo de Cultura Económica. La UNAM y la UAM también tienen sus libros de bolsillo dentro de su colección Biblioteca Básica para los estudiantes.